Aún recuerdo esa fatídica madrugada del 19 de abril de 2014, eran como las 2:00 am cuando recibo esa horrible llamada; la noche anterior se habían llevado a mi papá al hospital con un gran dolor, primera vez que lo veo llorando de forma desesperada, mi madre quien no se desapartaba de su lado se había regresado a las 12:00 am porque estaba súper cansada y lo había dejado estable, en el hospital se habían quedado mi hermano y mi tío, cuando a las 2:00 me llama mi tío llorando diciéndome que mi papá había fallecido. No lo podía creer es más no lo quería creer, mi super héroe había partido de este mundo y yo no estuve junto a él, no lo pude abrazar no le pude decir cuánto lo amaba. Cabe de destacar que no pude ir con él porque mi bebé estaba muy pequeño. Mi vida se derrumbó porque el no estaba a mi lado, un paro respiratorio me lo había arrebatado.

Mi padre era Diabético Insulino dependiente, hipertenso y paciente renal, cada 3 días tenía que ser dialisado, se que con esta patología era difícil que su vida se prolongará por más años pero uno no pierde la esperanza de que sea así. Siempre está en mis pensamientos, lo abrazo en mis sueños y le digo cuánto lo amo y lo necesito, él me dice que está bien que se encuentra en un lugar hermoso y que no me preocupe, se que son los designios de Dios y con ellos no se discute, se que no está sufriendo, pero su ausencia me desgarra el alma. Sin duda alguna ese fue el peor día de mi vida.

Wow te cuento que no puedo hablar de un solo día sino de dos y que considero los más importantes de mi vida, el 19 de mayo de 2013 tuve la dicha de ser madre, ese día a la 4:00 am recibí a mi bello príncipe azul Jesús David, el amor de mi vida, mi cesárea estaba planificada para el día 20 de mayo pero él decidió adelantarse, la noche anterior empecé a sentirme extraña y también a sentir dolor, al llamar a mi doctora me dijo que debía ir a la clínica porque se me habia adelantado el parto, no te voy a negar que estaba súper nerviosa y a la vez feliz porque conoceria a mi bebé, que sensación más hermosa cuando lo ví por primera vez, un niño sano y hermoso que llegó para alegrar la vida de nuestra familia.

Mi segundo mejor día fue cundo nació mi niña, un 20 de septiembre de 2016, la madrugada de ese día comencé a sentir un pequeño dolor, en ese momento supe que nacería mi princesa, estaba súper nerviosa porque está vez no me atenderían en la clínica, debido a la situación económica del país los seguros de la empresas estaban suspendidos así que me tocó ir al seguro social, con miedo por tantas carencias hospitalarias a las 6:00 am emprendi mi camino junto a mi esposo y mi madre quien me acompaño en esos dos acontecimientos de mi vida, llegué allí y tuve que esperar el cambio de guardia, luego la revición de los médicos, recidentes y estudiantes (te podrás imaginar eso) y a las 10:00 am me pasaron al quirófano, allí esperjunto a otras mujeres que también iban a ser cesareadas, a las 12:00 pm nació mi pequeña princesa Sophia Nathaly, al verla llore de felicidad porque gracias a Dios todo salió bien y nuestra familia aumento ya no éramos tres sino cuatro, otra bendición que vendría a alegrar nuestra vidas.

Estos días siempre estarán en mi mente pues gracias a Dios que me concedió la dicha de ser madre y así formar nuestra pequeña familia, ellos son mi razón de ser y mi vida entera.

De esos momentos aprendí que la vida es corta y que hay momentos duros y tristes de los cuales no estamos excentos de sufrir, pero que Dios está allí a nuestro lado para ayudarnos a soportar esta situación, que no esperemos tanto tiempo para abrazar y decir un te amo, a no guardar rencores en nuestro corazón.

De los bueno momentos, disfrutarlos al máximo porque el tiempo pasa, que la llegada de un niño es la máxima bendición de Dios porque llega a un hogar para unir a la familia y siempre ser agradecida con Dios por las bendiciones que me ha dado.

Gracias por detenerte un momento a leer y comentar mi publicación, saludos y bendiciones para todos.