Hablemos de los animales

  Los animales son seres vivos que merecen ser protegidos por el hombre porque al igual que el humano, ellos ocupan un lugar muy importante en nuestro planeta Tierra por ello, me complace decir presente en este concurso que ha auspiciado nuestra querida amiga @fannyescobar ya que, además de convivir con una mascota, me gusta cuidar otros animales. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Convivir con una mascota es la oportunidad perfecta que tenemos para conocer y al mismo tiempo comprender gran parte la esencia del mundo animal porque, a pesar de que ellos tengan un aspecto físico muy diferente al nuestro e incluso, varias de sus actitudes no tienen semejanza a las nuestras, tenemos muchas cosas en común.

  La clasificación de los animales ha sido muy importante para su conservación y convivencia ya que, gracias a este orden cada especie tiene la oportunidad de desenvolverse en el hábitat que le corresponde por ello el hombre no ha podido convivir con todas las especies existentes.

  Los animales para mí son una especie viviente muy encantadora y, desde que la memoria me lo permite sé que me encantan. De hecho, pienso que a medida de que fui relacionandome con algunos de ellos o en su defecto, leí cuáles son las habilidades y destrezas que tienen, más me enamoré de esas especies tan indefensa pero al mismo tiempo fuerte que existen en nuestro hermoso planeta Tierra y para ser honesta, si la reencarnación existiera, para mí sería un honor reencaenar en una mariposa porque me encanta su proceso de metamorfosis.

  Ahora bien, aunque soy muy simpatizante con los animales, debo dejar presente que hay algunos que no me agradan y sin duda alguna el que ocupa el peldaño N°1 de este desagrado es la cucaracha ya que, verla o imaginarla me genera terror y para que tengan una idea de el miedo que me genera; para editar la imagen que les comparto reflejándola tuve que inhalar y exhalar muchas veces porque ni siquiera en fotografía me gusta.

  Tener una mascota fue mi añoranza en mi infancia. Sin embargo debido al poco espacio que había en mi casa no pude tener alguna pero, en mi etapa de juventud finalmente llegó esta oportunidad y a pesar de que ese primer animalito ya no está conmigo, desde el año 2019 en mi casa me acompaña un gato de pelaje blanco que se llama Rocky y más allá de ser una mascota, lo considero mi mejor amigo porque su amor e incondicionalidad gatuna le ha dado ese título nobiliario que diariamente se encarga de defenderlo ya que, quiere ser el rey de la casa.

  Les confieso que convivir con Rocky es una aventura muy hermosa porque, él a pesar de su característica independiente, siempre está dispuesto a compartir conmigo y cuando estoy en casa, se asegura de estar en un lugar donde ambos nos podamos ver y al momento de dormir, lo hace en una orilla de mi cama aunque a veces se acuesta a mi lado.

  Todos los días juego con Rocky y en la noche cuando estoy leyendo, él se sienta en mis piernas para hacerme compañía. Siendo este uno de los momentos más especiales que tenemos porque cuando termino de leer, lo acaricio y converso con él sin importar que no me responda con palabras ya que, para mí el movimiento que hace con su cola es su respuesta y con ello me dice que está cómodo al igual que feliz.

  Durante mucho tiempo fui alérgica a los gatos. De hecho, ni siquiera podía estar en un lugar donde hubo uno porque de igual manera la alergia se apoderaba de mi. Sin embargo, curiosamente mi primera mascota fue un gatito que se llamó Picachú y aunque cuando al adoptarlo lo hice con cierta duda, me aventuré a convivir con él y para mí sorpresa, este hermoso gatito me ayudó a superar esa alegia acotando que, cuando comenzó a crecer pensé que los estornudos estaban por llegar pero, no fue así y esta gran hazaña que logró Picachú conmigo me enseñó que a veces necesitamos convivir con cierta especie animal para superar algún inconveniente que tengamos al estar cerca de ellos.

  Además de la alergia, Picachú también fue un agente terapéutico emocional en mi vida ya que, fue la mascota encargada en ayudarme con el problema que tenía con la depresión; siendo este el motivo que me llevó a adoptarlo porque mi psicóloga me dijo que esta especie felina iba a ser mi gran aliada durante ese proceso de aprender a gestionar mis emociones o para identificar que detonaba las crisis.

  En esta etapa de mi vida, Picachú no convive conmigo porque una persona se encargó de envenenarlo. Sin embargo, a pesar del poco tiempo que tuvimos para convivir (7 meses), fue el período necesario para que él me enseñara muchas cosas que valoro ya que, mi historia en este momento no sería la misma sin el apoyo gatuno que él me dió.

  Venezuela es un país donde se ha estado trabajando arduamente para el cuidado y protección de los animales. Aún falta mucho por avanzar pero, si existen lugares que se dedican a dichos amparos. De hecho, los dos gatos que he tenido han sido adoptados en una fundación muy conocida en la ciudad donde vivo y aunque no tengo una cifra exacta, sí me atrevería a decir que han aumentado la cantidad de fundaciones que se han creado e incluso, también existen de manera regular jornadas para desparasitar a los gatos o perros que están en situación de calle y posterior a ello, los llevan a dichos albergues para que les busquen un hogar.

  El ratón es un animal que en lo absoluto me agrada y, a diferencia de la cucaracha, no siento miedo al verlo pero si asco y pienso que en gran medida este desagrado se debe a que, cuando estaba pequeña ví que una rata le mordió un dedo del pie a una de mis primas y ver lo mal que la pasó con esa situación, ocasionó que creciera sintiendo que es un animal malo. Es más, recuerdo que durante mucho tiempo le decía a mi prima que iba a buscar ese animalito para llevarlo a la cárcel y aunque hoy día no tengo esas mismas palabras de inocencia, si siento que esa rata casi le arruina la vida a mi prima al morderla.

  La Inteligencia animal es sorprendente y, pienso que nosotros muchas veces subestimamos esta peculiaridad de los animales; acción que está mal porque tenemos muchas cosas que aprender de esta especie viviente. Partiendo de esto pienso que el animal más inteligente es el delfín ya que, el hábitat de ellos es uno de los más complejos que existe en el mundo marino y a pesar de ello, saben muy bien como adaptarse a esa situación llegando al nivel de reorganizar todas las especies que tienen cerca y sin necesidad de atentar contra ellas, conviven e incluso aprenden particularidades de unos a otros; situación que los ayuda a desarrollar con mayor amplitud su cerebro.

  Partiendo de lo anteriormente destacado considero que, la virtud de adaptación entre especies que pueden ser depredadores es una cualidad de inteligencia que otros animales e incluso seres humanos podemos aprender porque, en este punto no se trata de proyectarnos como el rey del lugar sino, crear un ambiente agradable para todos y, el delfín a su manera lo logra.

  En mi infancia tuve la oportunidad de ir varias veces al zoológico y el circo; siendo estos un lugar perfecto para que tuvieran animales salvajes por ello, si he llegado a tener la oportunidad de ver alguno; con más exactitud ví el león e incluso, al tigre. Les confieso que ver estos animales desde una distancia prudente es impresionante y aunque en un zoológico les acondicionan un lugar para que se sientan cómodos, considero que todos los animales salvajes deberían estar en su verdadera hábitat ya que, la naturaleza de ellos es estar libres y comandando en su grupo familiar.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron editadas en la herramienta de diseño Canva y tienen exclusividad para esta publicación. En cuanto a las imágenes personales se refiere, estas fueron extraídas de mi galería personal}