¿Qué suplementos necesitamos? Una verdad ineludible.

En el mundo de la nutrición y la salud, y ahora con el impacto que tienen las redes sociales, los suplementos han ganado una enorme popularidad. Y cuando digo enorme, hablo de un impacto gigantesco en la sociedad. Desde vitaminas hasta coenzimas avanzadas, se presentan como soluciones para mejorar el bienestar, combatir enfermedades o incluso ralentizar el envejecimiento.

El detalle comienza cuando simplemente nos dejamos guiar por la publicidad o la recomendación de otras personas sin dedicar un momento a la investigación exhaustiva del tema, y justamente, es lo que estoy haciendo con los temas que estoy trayendo a la comunidad Healthy Steem.

Por otro lado, y después de investigar, surge una pregunta crucial: ¿Qué deberíamos suplementar realmente para evitar daños al organismo y promover la salud?

En el artículo anterior, y el cual titulé La Fuente de la Eterna Juventud: ¿Un Camino a la Longevidad?, hablé acerca del efecto positivo del Resveratrol y la Quercetina que, combinados, producen efectos muy positivos a la salud, no obstante, he visto mucha publicidad relacionada con el Resveratrol y el NAD, y es aquí donde me voy a detener para exponer mis hallazgos.

¿Con qué debemos suplementarnos diariamente?

La medicina ortomolecular, defendida por el doble premio Nobel Linus Pauling, sostiene que si proporcionamos al cuerpo los nutrientes que necesita en las cantidades adecuadas, las llamadas "enfermedades" no deberían manifestarse.

Este principio subraya la importancia de personalizar los suplementos según las necesidades individuales y evitar excesos que puedan resultar contraproducentes.

Ahora, vamos a comprender el papel de los precursores y las sustancias activas:

Un ejemplo relevante es el caso del NAD⁺ (nicotinamida adenina dinucleótido), una coenzima esencial para funciones celulares como la producción de energía y la reparación del ADN.

Con la edad, y obviamente con una nutrición deficiente, los niveles de NAD⁺ disminuyen, lo que ha llevado a la industria farmacéutica al desarrollo de suplementos que buscan restaurarlo. Sin embargo, suplementar NAD⁺ directamente puede ser ineficaz, ya que esta molécula no se absorbe fácilmente a nivel celular. Además de esto, existe el riesgo, y en efecto es lo que sucede, de que el cuerpo reduzca su producción natural debido a un mecanismo de regulación llamado feedback negativo.

¿Me van siguiendo? Sentido común, porque el cuerpo deja de producir con el tiempo aquello que ya no necesita y está siendo suministrado por otras vías.

Y es aquí es donde entran en juego los precursores como el NR (ribósido de nicotinamida) y el NMN (mononucleótido de nicotinamida).

Hablemos de esto un poco:

Estas sustancias son bloques de construcción que el cuerpo utiliza para sintetizar NAD⁺ de manera natural, respetando sus mecanismos internos. Usar precursores permite que el organismo regule cuánto produce, minimizando el riesgo de descompensaciones.

Suplementar, mis queridos steemians, no se trata de inundar el cuerpo con grandes dosis de nutrientes, sino de identificar lo que realmente se necesita, y esto incluye evaluar factores como la dieta, el estilo de vida, la edad y las condiciones de salud.

Por ejemplo:

Vitaminas y minerales: Priorizar una dieta equilibrada ayuda a que el cuerpo produzca en pequeñas cantidades algunas vitaminas como la Vitamina D, K, B3 y B7, pero los minerales, deben suplementarse inevitablemente, aunque a través de lo que comemos, podemos obtener una pequeña dosis de estos.

Antioxidantes: Si bien son clave para combatir el daño oxidativo, el exceso de algunos antioxidantes puede interferir con procesos celulares naturales, de manera que, menos, puede ser más beneficioso.

Proteínas y aminoácidos: Suplementar es útil para atletas o personas mayores, pero innecesario si la dieta es adecuada. Y aquí podemos inferir que, la buena combinación de los alimentos, es decisiva en este aspecto.

Equilibrio y sentido común: Aliados inseparables en la salud.

El cuerpo humano es un sistema sofisticado que busca constantemente el equilibrio. Cuando se le da todo lo que necesita, pero no más, puede autorregularse y funcionar de manera óptima. Por ello, es necesario aprender a conocer nuestro cuerpo y lo que pide, puesto que, muchas veces, el hambre que sentimos en hedónica y no por una necesidad biológica o física.

Palabras finales:

Suplementar es una herramienta muy poderosa, pero también un arma de doble filo.

En mi opinión, el problema está es en buscar soluciones rápidas o milagrosas, en vez de enfocarnos en entender las verdaderas necesidades de nuestro cuerpo y proporcionarle los nutrientes adecuados en las dosis correctas; y cuando hablo de las dosis correctas, no me refiero a las suministradas por la OMS, sino a las que realmente requieren nuestro cuerpo.

Respetar los mecanismos naturales y evitar los excesos es la clave para cuidar nuestra salud sin causar daños innecesarios.

Tengo algunas publicaciones que quizás puedan ser de su interés, y que, a continuación, compartiré alguna de ellas:

1.- La Fuente de la Eterna Juventud: ¿Un Camino a la Longevidad?

2.- Dos Poderosos Aceites que Debes Consumir a Diario por tu Salud.

3.- ¿Margarina o Mantequilla? La Sorprendente Verdad Sobre Qué Debes Comer para una Salud Óptima

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