Concurso: Rompiendo malos hábitos

  Cada persona tiene una particularidad de accionar ante las vivencias que experimenta en el día a día y, estas acciones están acompañadas de hábitos positivos pero, también están los negativos por lo tanto, es de suma importancia analizar de qué manera estamos procediendo.

  Los hábitos son una cadena que nos seguirán toda la vida pero, de nuestra parte queda romper con los que no nos van a permitir avanzar porque; si nos dedicamos a seguir acciones negativas, el éxito se alejará de nosotros y, el fracaso nos impedirá evolucionar en todos los escenarios de la vida.

  La intensidad que puede tener un mal hábito va a depender de qué tan arraigado está en nuestra vida y, dependiendo de esto en gran medida vamos a saber si es fácil de dejar o no porque, lo que para mi puede ser sencillo de deshacerme, para otra persona no y, ambas posiciones son válidas por ello, más allá de solo concentrarnos en esto, debemos tener en cuenta cuánto tiempo tienen estos malos hábitos en nosotros.

  Partiendo de lo anteriormente mencionado, entre los hábitos negativos más complejos de eliminar destaca el consumo de alcohol o el cigarrillo, tener una alimentación desbalanceada, consumir azúcar en exceso y, llevar un estilo de vida sedentaria.

  Dejar estos hábitos es muy difícil porque, cuando llegan al nivel adictivo, nuestro cerebro solamente reacciona con los estímulos satisfactorios que genera el consumo de alcohol, cigarrillo, azúcar, alimentos poco saludables y, no hacer ninguna actividad deportiva.

  Tengamos en cuenta que, la adicción de estos malos hábitos genera un estado de dependencia y cuando la persona se abstiene de seguirlos, el cerebro reacciona con ansiedad y, aquí es donde se cree que lo saludable es seguir el estado de adicción.

  Hablar de adicción es hacer referencia a la situación donde ya no tenemos la facultad de controlar el consumo de algo o, en su defecto tener una posición específica ya que, además de que dicha novedad va a ser de manera excesiva, no vamos a poder mantenernos aislados porque, la ansiedad nos va a llevar al nivel de accionar con el mal hábito que estamos teniendo. Es preciso dejar presente que, una persona que ya es adicta a algo, pierde su fuerza de voluntad y, siente que el vicio o mala postura es lo único que le garantiza la estabilidad que quiere disfrutar.

  En cuanto al mal hábito se refiere, este es cuando aún tenemos la facultad de tener el control de marcarles un límite e incluso, en gran medida nos podemos deshacer de él y aunque no es tan rápido eliminarlo, si hay mejores resultados comparados al nivel de la adicción.

  Soy partidaria de creer que, cuando hay fuerza de voluntad y determinación, podemos superar una adicción o deshacernos de un mal hábito ya que, esto es cuestión de querer al igual que de buscar la ayuda y, canales necesarios que nos ayuden en este proceso de superación.

  Curiosamente solemos tener una mala costumbre que muchas veces nos complica el proceso de superación porque, absolutamente nada se logra a la brevedad posible y, esto se debe a que, todo lleva su tiempo por lo tanto, al momento de superar un mal hábito, en primera instancia debemos tener en cuenta que, esta situación requiere de tiempo y si de manera momentánea no vemos que las cosas están funcionando, no debemos dejarnos contagiar de la premura porque, al final de todo, esto lo que va a generar es que dejemos el cambio y no es la idea por lo tanto, es de vital importancia anclarnos a la fuerza de voluntad y ganas de lograr deshacernos de esos hábitos tan dañinos.

  Además de anclarnos a la fuerza de voluntad, debemos ver todas as cosas positivas que ese cambio nos va a generar porque, merecemos tener calidad de vida. Aunado a ello, busquemos fuentes de inspiración ya que, cuando conversamos con personas que también superaron un mal hábito o adicción, nos daremos cuenta de que sí es posible superarnos.

  Ser un buen ejemplo en estos casos es de gran ayuda por ello, invitarlos a hacer alguna actividad que ayude a dejar esos malos hábitos es muy agradable y, el día de la invitación no hay que hacerlo con la premisa de que eso es para que dejen el hábito negativo porque, si desde el inicio lo hacemos en esa tonalidad, la persona se puede sentir presionada y no es la idea. De igual manera, la distracción es una excelente estrategia para abandonar los malos hábitos por lo tanto, hay que llevar a la persona a los lugares donde se pueda recrear y bajo ningún concepto vaya a tener tentación de incurrir en el hábito negativo que quiere eliminar de su vida.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!