CURA PARA LA DEPRESIÓN Y LA IRA

  Con mucha algarabía digo presente en la dinámica que ha organizado nuestra compañera @mesola y, a través de su concurso nos invita a hablar sobre la depresión y la ira; trastornos que cada día suman más víctimas en nuestra sociedad. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La salud mental es un estado que todas las personas debemos cuidar porque, partiendo de ella es que nos brindamos la oportunidad de disfrutar del equilibrio emocional adecuado y para ello, es indispensable garantizar que nuestro entorno socio-cultural no está conformado por personas o agentes que nos impidan nuestro bienestar general.

  Hoy día, los problemas de salud mental van en alza y, a pesar de que existen campañas informativas y preventivas, las estadísticas de personas padeciendo un trastorno mental cada vez son más alarmantes y la depresión ocupan el peldaño Nº1 de este ranking por lo que , la han consagrado como una pandemia silenciosa.

  La depresión y la ira son problemas que infectan de manera agresiva nuestras emociones porque, a pesar de que ambas actúan progresivamente, a medida de que va avanzando nos golpea emocionalmente con mucha fuerza al punto de que, sentimos como los pedazos de vidrio que conforman nuestra alma se van quebrando. Ahora bien, cada caso depresivo o de ira es muy particular ya que, su origen y detonante de padecimiento siempre va a depender de la realidad sociocultural de quien la padece por lo que, partiendo de esto es que vamos a comenzar el proceso de superación.

  Para lograr esta superación, en primera instancia debemos tomar la decisión de buscar ayuda ya que, por cuenta propia no podemos neutralizar ese problema. Una vez contemos con la ayuda especializada, es indispensable tener fuerza de voluntad para salir de ese abismo y para ello, el apoyo de nuestros seres queridos es de gran ayuda por lo tanto, es vitamínico rodearnos de mucho amor.

  Aunado a lo anteriormente mencionado, también debemos crearnos hábitos deportivos; no necesitamos hacer ejercicios durante varias horas pero, si realizamos el deporte que más nos guste durante 30 minutos todos los días, liberamos endorfinas. De igual modo, hay que concentrarnos en las cosas positivas y no pensar en los problemas porque si nos enfocamos en lo negativo, seguiremos sumergidos en la ira o depresión.

  Contar con alguien que nos escuche, aconseje y motive es indispensable en estos casos por lo tanto, además de la psicóloga y psiquiatra debemos hablar con una persona que nos genere confianza y sea empática ya que, al expresar nuestras emociones liberamos cargas.

  Cuando se hace referencia a la ira, automáticamente se habla de una emoción que es detonada por la frustración, decepción e irritación y, a medida de que se vaya sintiendo el daño que nos hacen o en su defecto, nosotros mismos nos hacemos, aumenta su intensidad. No obstante, hablar de depresión es referirnos a un trastorno de origen mental que fue detonado por el estado de ánimo o sentimiento de tristeza estimulado por el abandono, decepción o fracaso y, la manera de evidenciar su padecimiento es a través de nuestro comportamiento aislado y sin interés por lo que antes nos gustaba al igual que, los pensamientos son negativos.

  Es preciso tener presente que, la ira puede detonar el trastorno depresivo o en su defecto, la depresión a la ira ya que, a pesar de que ambas tienen un origen de padecimiento diferente, en algún punto de la enfermedad el comportamiento va a aflorar el enojo o la tristeza y partiendo de esto es que, se ha llegado a la conclusión de que las dos enfermedades hacen el mismo daño estando juntas o separadas.

  Padecer el trastorno de la depresión tienen muchos motivos ya que, la influencia socio-cultural donde nos desempeñamos diariamente repercute directamente en nuestro bienestar. Sin embargo, entre las causas más comunes destaca una situación traumática que vivimos en un punto de nuestra vida o en su defecto, situaciones que nos demandan mucho estrés o ansiedad. De igual modo, los problemas económicos, de salud e incluso, conflictos sociopolíticos en nuestro país de residencia.

  El factor hereditario de igual manera es muy común en el detonante de la depresión porque, si un familiar consanguíneo padeció esta enfermedad antes de que naciéramos o la madre es depresiva durante el período de gestación, el bebé puede heredar dicho trastorno.

  La muerte de un ser querido o separación sentimental entre parejas o amistades también son motivos que nos conllevan a la depresión debido a la cercanía o apego emocional que teníamos con esa persona que por alguna u otra razón ya no estará en nuestro entorno.

  Cuando estamos bajo efectos de la ira o depresión, se nos complica razonar sobre la situación que estamos viviendo por ello, cuando los episodios de ambos problemas no estén presentes, debemos hacernos una autoevaluación ya que, de este análisis vamos a poder identificar cuales son las situaciones que estallan nuestras emociones de ira o depresivas para así, evitar estar frente a ellas y en caso de que esto sea imposible, tener herramientas que nos permitan hacerle frente a la situación para poder impedir perder el control de nuestro bienestar.

  Deshacernos de todos esos pensamientos o sentimientos que nos hacen daño también es una excelente manera de afrontar la depresión porque, si nos quedamos con ellos, de manera consciente o inconsciente nos lastimaremos. Cabe destacar que, rodearnos de personas positivas y que tengan un buen sentido del humor también nos ayuda a afrontar el problema de ira o depresivo.

  La depresión durante varios años tocó mi puerta porque, padecí este trastorno de una manera muy agresiva y, por poco me cuesta la vida pero, gracias a Dios, mi familia y amigos cercanos superé esta incómoda situación. Partiendo de esto puedo decir con toda la certeza de que, la manera más efectiva de superar la ira y depresión es venciendo el miedo de reconocer que tenemos un problema y, querer recibir ayuda especializada para finalmente; dejar atrás todo ese mundo negro y desolado que se dibuja en nuestra mente.

  Quisiera decir que después de contar con la ayuda especializada todo va a ser más fácil pero, no es así ya que, los fármacos y terapias psicológicas en conjunto de psiquiátricas inicialmente nos harán tocar fondo sin embargo, esto es necesario porque, vamos a renacer y, lo mejor de todo es que, los especialistas nos guían en todo momento al igual que, es indispensable que nuestra familia nos brinden su apoyo y amor ya que, esto nos motivará a seguir con el tratamiento.

  Cabe destacar que, dependiendo del nivel de ira y depresión que tengamos, va a ser la durabilidad del tratamiento y, algunas terapias son individuales pero; hay otras donde se requiere la presencia de las personas que forman parte de nuestra cotidianidad porque, ellos también necesitan conocer cómo socializar con nosotros durante un episodio o en su defecto, prevenirlo.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!