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Cuando era chico solía ver musicales en la TV aunque la mayoría eran viejas producciones de Cine Mexicano. Los solían pasar en un horario fijo los domingos por la tarde en la televisión pública venezolana. Sin embargo, no es de producciones mexicanas ni de música ranchera de lo que vengo a hablar.
Se trata de la película Grease, protagonizada por John Travolta y Olivia Newton-John. Por supuesto, esto fue a principios de los 80s que la vi y desde ese momento la música que escuché en ella se quedó impregnada en mi mente. Era música de rock and roll, algunas movidas y otras más suaves y ligeras, pero todas eran hechas con un ritmo que acompañaba el ambiente de fiesta y los dramas personales de cada uno de los personajes.
Por eso vimos desde enamoramientos a desencantos, de éxitos a fracasos de los planes de alguno de los que allí hacían vida y era difícil no sentirse en algún momento identificados con alguno de ellos.
Los personajes principales eran un joven John Travolta y una novel Olivia Newton-John, Danny y Sandy, quienes se conocieron un día de verano en la playa para luego reencontrarse mágicamente estudiando en la misma escuela una vez comenzó el nuevo ciclo de año escolar.
De la producción salieron exitos musicales que se vendieron luego como parte del soundtrack y llevaron al estrellato a algunos de sus participantes, siendo el más destacado John Travolta.
A Travolta lo vimos luego en varias producciones en su mayoría exitosas, pero en todas ellas siempre estuvo presente la necesidad de que el actor de una manera u otra cantara o bailara alguna pieza. Lo vimos en acción en Mira Quién Habla, dónde hacia de niñero de un bebé donde nosotros el público podíamos oir lo que éste pensaba tras la voz de otro famoso, Bruce Willis. Hubo una escena dónde Travolta bailaba y hacia mímica junto a la actriz Kirstie Alley, complaciendo una vez más a la audiencia que no esperaba menos de él.
No había una película de John Travolta donde este no bailara. Eso incluso lo pudimos observar en una película de un género totalmente diferente, dónde Travolta interpretó a un sicario en Pulp Fiction. Su escena de baile junto a Uma Thurman hoy día forma parte de la cultura pop de los EEUU y el resto del mundo y muy pocos de mi generación no saben de ella.
Por supuesto, la vida artística de John Travolta desde sus inicios siempre estuvo marcada por la danza y el canto. Desde aquella primera vez que saltó de los cortos comerciales al cine en Fiebre del Sábado por la Noche, hasta en películas como Staying Alive y Hairspray siempre podíamos contar con la genialidad de un actor multifacético, carismático y de alto carácter como lo sigue siendo John Travolta, y aún a pesar de todos los años que han pasado siempre podemos esperar de él un pellizco a sus inicios cuando nos entretenía y nos deleitaba a todos con sus movimientos enérgicos y ritmo fuera de serie en la gran pantalla.
Y esto es todo por el momento. John Travolta siempre será aquel joven Danny que se enamoró de Sandy en Grease, y cada vez que uno lo recuerda lo verá bailando, sonriendo y demostrando sus habilidades histriónicas con las que nos deleitó desde siempre.
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