Pancho es un niño muy activo en cuanto a sus compromisos escolares y deportivos, le encanta hacer las compras para su hogar, acostumbra a ir en su bicicleta desde la casa de campo, donde vive, hasta el pueblo.

Una mañana de sábado no tuvo cuidado al pasar al lado de un auto estacionado, y con el pedal de la bici rayo ligeramente el auto. Espero unos minutos y no apareció nadie. Entonces dejó una nota que decía: Señor o señora dueño del auto, lamento haber rayado el guardabarros, fue involuntario; pero mi padre me respalda, para mandarlo a reparar; favor de comunicarse a nuestro hogar, el número de teléfono es 1234567890, atentamente Pancho.

Cuando el dueño del auto llegó, observó la nota en el parabrisas, y de inmediato inspeccionó los guardabarros, el rayón en mención de la nota, era leve; no sintió malestar, sino un profundo respeto y admiración por la familia del chico. Recordó su niñez, él se hubiera ganado una golpiza de su padre, en el caso de tener que pagar el daño. De inmediato corrió al periódico local y mandó publicar la nota de Pancho, en reconocimiento por la correcta actitud de responsabilidad asumida.