El Poder de la música junto a una buena intención

Quienes hemos visto en vivo o en vídeo a un encantador de serpientes, podemos constatar que la música y sus suaves sonidos amansan a las fieras más peligrosas. Sí, la música con sus suaves acordes calma las agitadas emociones, devolviendo una sonrisa de paz. Sin embargo hay otro tipo de acordes que más bien sobre-revoluciona los mismos sentidos, me refiero al Rock, música diseñada para despertar los sentidos. Recordemos estas frases de los años 60°s: “La primera vez que subí a un escenario estaba asustadísimo, no sabía a qué se debía el griterío, no me daba cuenta de que era por mis movimientos.” Porque “La imagen es una cosa y el ser humano otra… Es muy difícil vivir como una imagen” -Elvis Presley-

Me adentre en el tema de la música Rock debido a que cada 3 de julio se celebra el día mundial de este movimiento musical; y no precisamente por sus letras o ritmos, si no por una causa que movilizó a millones de voluntades y de dólares; esa causa fue la hambruna que estaba sucediendo en Etiopía y otros pueblos cercanos. Precisamente un 13 de julio de 1985 se celebró el mega-concierto “LIVE AID” -quizás el primero- para recaudar fondos, en favor de los más desesperados del momento.

En especial el actor y músico Bob Geldof, sintió el dolor de su prójimo e inicio un movimiento creando la fundación “Band Aid Trust” pasó meses dando forma a la idea, que terminaría llamándose: “Live Aid / Ayuda en Vivo” esta causa consiguió la participación de los artistas más reconocidos y sobresalientes del genero Rock. En simultáneo se organizaron conciertos en: Filadelfia, Sidney y Moscú; durante más de 16 horas y 72 países, escucharon uno de los eventos más seguidos de la historia.

Es memorable porque se recaudaron más de 100 millones de dólares que se destinaron a los fondos de ayuda de la hambruna africana de esa década. Se traspasaron las fronteras y se sensibilizaron corazones, sin importar el ruido; recibió el aplauso y el reconocimiento de observadores y críticos. Los gobiernos, los grandes magnates; se pararon y aplaudieron, porque a veces no se sensibilizan por sus prójimos.