Locuras para algunos

Es necesario hacer todo el esfuerzo posible para liberarse del pasado, dice -Kahlil Gibran- y me acorde de una historia familiar: “Una madre acaba de tener un parto forzoso y doloroso, debido a que quería que fuera natural, ella no acepto la cesaría; fueron muchas horas de incertidumbre de hambre física y de dolor, tanto de la madre como de la bebe; el trabajo de parto fue apoteósico, decía la madre días después; y cuándo por fin nace la niña, la madre pide que se le pongan en sus pechos y le da un beso de triunfo, entre lágrimas y risas; en esos instantes de locura sublime, el pasado se quedaba atrás; a eso se refiere el poeta con la descripción inicial.

Al estar observando un vídeo de los besos más locos de la historia, me llamo la atención la imagen presente; “atracción e impulso incontrolable” me llevo a la descripción de ese quizás, instante fugaz de la pareja. Entonces caí en un recuerdo personal de joven, cuando cierta mañana en una playa, ya me retiraba al hotel, escuchaba que una voz me llamaba e insistía; yo giraba a todos los ángulos posibles, pero no veía a nadie conocido, la playa estaba inundada de bañistas; hasta que me alcanzó, -me dijo- ¡hola, soy Lucero!

De inmediato mi mente volvió a un hermoso pasado. ¿Cómo es que me recuerdas? -Pregunte, haciéndome el inocente- ¡me robaste mi primer beso, y eso es sagrado para mí! Aquella noche, nos encontramos, y ella relato a sus hijos el porqué de nuestra eterna amistad. ¡Es mi locura -dijo- una lágrima rodó para ambos y brindamos por aquello!

Kahlil Gibran señala un encuentro que tuvo con un ciego en una catedral; ¿a que se dedica? -le pregunto el anciano ciego- soy astrónomo, dijo el poeta; sabes dijo el ciego, yo también soy astrónomo, y llevando su mano al pecho susurro: “Yo contemplo desde mi corazón muchos soles y muchas lunas, ambas lumbreras me invitan a navegar por el infinito, donde se encuentra el Creador” El poeta le dio un billete, para comiera en su nombre, y el ciego le entrego un papel que decía: “La pasión enloquece al hombre más astuto y transforma al más idiota” (Autor anónimo-Frases.net)