Pide un destello de Luz

Un 2 de enero, según el calendario gregoriano actual, el joven aprendiz, encontró al abuelo de la playa, dispuesto a conversar un poco; al terminar un año, ¿Qué es lo más importante? -le pregunto el joven a su mentor y amigo-

Muchacho -dijo el abuelo- todo proceso o todo fin de periodo, requiere de una validación sincera; acuérdate que antes que todo, el ser humana debe adquirir sabiduría; y para que esa premisa suceda, deberá haber introspección o un análisis de lo sucedido; es la única forma de obtener un estudio de nosotros mismos; es como si nos observáramos en un espejo.

Luego de observamos con ojos limpios y corazón puro: se debe rectificar, pedir excusas a quién se trató injustamente y hacer las paces con la vida misma, de ser necesario. Sin embargo, -continuo el abuelo- se debe tener claro con toda honestidad con que aliados se cuenta. ¿Cómo así? -preguntó el joven- Muchacho ya te lo he dicho, uno de los mayores tesoros que rápido debe aprender un niño, es a tener aliados, al menos uno. Acuérdate de la frase del alquimista de Coelho, que todo el universo conspirará a tu favor si confías en la luz del Supremo Creador.

Observa lo siguiente: Si un bebé muerde el pezón de su madre repetidas veces, ella terminará destetándolo antes de tiempo. Si no tienes comunión diaria con tu Hacedor, el universo, el banco de favores no te ayudará cuando estés en necesidad. Entonces, tenlo presente: Al comenzar un nuevo año o un nuevo periodo, debes de saber con qué aliados cuentas; sino, inicia el camino del buscador, del guerrero de la luz; para hallar gracia y favor en alguien que tenga un cariño sincero hacia ti y hacia tu labor. Hubo un sabio árabe -Agur- que dijo: “No he aprendido sabiduría, ni poseo conocimiento del Sagradísimo”