¡Trato Hecho!

Con esta frase el caminante recuerda una de las historias para CreSer del abuelo de la playa. En cierta ocasión iba haber cambio en la presidencia de su país; los candidatos del momento que aspiraban ocupar tan preciada posición de poder y autoridad, decían cuánta promesa resultaba atractiva a los oídos de los ciudadanos. -Muchacho, le decía el abuelo- algunos aspirantes a gobernar carecen de la sabiduría necesaria para tan delicada posición de servicio al prójimo, no pueden determinar lo malo de la necedad y menos la insensatez que produce la locura por el poder.

¿Cómo así? -Pregunto el joven aprendiz- Muchacho, acuérdate que antes que todo se debe aprender y apreciar la sabiduría; ella es la única que puede generar la luz necesaria a la conciencia del Ser Humano; quiero decir que un gobernante o presidente debe aprender a obedecer primero, al mandato de la leyes divinas de la luz universal; luego revisar los acuerdos de la constitución, si es un país democrático, por último y también importante: su palabra empeñada, mediante las promesas, hechas a los votantes. Cuando el aspirante es respaldado por el voto de confianza, se convierte en un ¡Trato Hecho! Porque ese gobernante en el futuro, debe rendir cuentas a sus votantes, a su país, y a su Creador Supremo.

Hoy 20 de enero de 2021, en la nación americana, hubo cambio de presidente, se acaba de posesionar el 46° presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, el exmilitar Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Deseamos puedan hacer honor a la palabra expresada en las tribunas; y al terminar su breve paso por la Casa Blanca, puedan certificar como el buen pastor en la antigüedad, al cual se le extravió una oveja, él dejo bien cerrado el redil, y en la oscura noche salió a buscar a la perdida; bien entrado el amanecer la encontró bebiendo agua, la acarició tiernamente y la alzó sobre sus hombros, para regresarla al lado de las demás sana y salva.