La igualdad de género es un concepto que se ha sido la base para lograr la reivindicación de la mujer buscando conseguir una paridad en cuanto a las funciones y derechos que puedan ejercer estas con respecto a su contraparte masculina.

Es una lucha social que junto a la que combate el racismo, clasismo, idealismo, entre otros “ismos”, intentar hacer cumplir la premisa básica expuesta en la carta de las naciones unidas y que busca el derecho de todo humano sin importar raza, credo, sexo, clase social, entre otros, a que tenga una vida digna.

Lamentablemente, a pesar de lo bello que pueda significar la carta de derechos humanos, la realidad es otra. Es por ello que la lucha de los verdaderos movimientos que buscan abolir los pensamientos discriminatorios, están en pie de guerra cada día.

Históricamente, las mujeres son las que más han sufrido de la discriminación social. A causa de la política y religión, existen muchos ejemplos de esto a lo largo de la historia.

A pesar de ello, no son las féminas las únicas que han sido objeto de discriminación. Los pensamientos de supremacía racial han logrado acabar con innumerables sociedades de diferentes orígenes étnicos.

Grandes ejemplos de esto lo podríamos encontrar en las diferentes conquistas realizadas en continentes como África y la actual Latinoamérica por parte del europeo.

Aunque también es cierto que dentro de cada raza ha existido una discriminación hacia otras miembros, más fuertemente hacia las mujeres, esas diferencias fueron superadas con la imposición a la fuerza del dominio anglosajón que incluyo la inculcación obligada de una religión.

Si una mujer anglosajona podría sufrir de algún tipo de discriminación haciendo que se le considerada una persona de segunda clase, imagínense como sufrían las mujeres de razas que eran conceptualizadas como inferiores y por ello, con menos méritos.

La igualdad de género es muy importante. El nivel de valor social que merece la mujer que debería estar basado en sus capacidades y no en su formación genética. Esas capacidades tienen que ser la punta de lanza para lograr un verdadero avance social. Sin embargo, no se debe dejar de lado y restarle importancia a las otras igualdades que son pilares fundamentales humanos.