Pues… hablemos del menú del día. La verdad es que no me gusta cocinar pero, la señora Margot hoy está en mi cocina preparándome el almuerzo con todo el cariño de cada lunes. Hoy me prepara arroz con pollo. Me acerco a la cocina y como me lo impone este reto, le pregunto como se prepara este rico plato. Ella, mientras revuelve con la cuchara de madera va diciéndome: Agarras el pollo de primero, lo picas y lo sofríes junto con ajo y sal. Cuando está un poco cocido le agregas pimentón y cebolla y continuas con la fritura hasta que todo esté dorado.

Debes tener preparada una cantidad de agua que sea el doble a la cantidad de arroz que vallas a utilizar. Por ejemplo: si son dos tazas de arroz, pues serán 4 de agua. Al momento de estar los ingredientes sofritos, se agrega el agua y se espera a que hierva. Una ves hirviendo se agrega el arroz y con la cuchara se revuelve. Se coloca, si quieres, algún colorante “carmencita” cuyo color es amarillo pero eso si, muy poco y cilantro para agrandar el gusto.

Hay quienes le colocan pedacitos de zanahoria, un poco de orégano y hasta una pizca de pimienta, el que me preparan hoy no lo tiene.

_{Plátanos maduros, buena alternativa de acompañamiento/Fotografiá de William Muñoz La Cruz}

Cuando el agua hirviendo esté a ras con el arroz se baja la llama al mínimo, se tapa el recipiente y se espera 10 minutos. Luego destapamos la olla, introducimos un cuchillo y este debe salir con poca humedad y así estará listo nuestro arroz con pollo.

La señora Margot también preparó plátanos maduros y jugo de lechosa para el acompañamiento. Los plátanos simplemente se les quita la concha y se sumergen en agua hirviendo hasta que se hinchen un poco, señal de que están listos. El batido de lechosa es cuestión de pedazos de fruta, azúcar agua y a la licuadora.

_{Batido de lechosa, buena elección/Fotografiá de William Muñoz La Cruz}

Al explicarles toda la preparación de mi almuerzo, estoy convencido de que puedo hacer mi arroz con pollo. Cuidando en todo momento de que en vez de ver resultados culinarios perfectos, no termine por convertir mi cocina en un verdadero desastre. Buen Provecho!