Saludos amigos de #stemitironchef y a @lirvic .

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Invito a participar a @lilianajimenez , @haidee y a @lucymavarez.

Esta vez si recordé de tomar las fotografías antes de guardar lo comprado.
Debe ser porque llegué de la calle y mi hijo me recibió súper tranquilo, cosa no muy común en él, cuando el calor agobia, y las personas con autismo tienen como un nivel de tolerancia con esto a tope, son como unos recién nacidos eternos, les incomoda que no le resuelvan lo que les molesta YA!. Y como yo no sé adivinar, se va poniendo la cosa difícil. En fin, diario amigo, me levanté como siempre a las 7 de la mañana aproximadamente, y realicé toda mi rutina de siempre, limpiar y acondicionar todo para empezar con el desayuno de nosotros dos.
Después de que limpio, riego las plantas, le pongo la comida a Collins, (gato peludo) y a Mía ( perrita consentida).
Mientras la comida se está cociendo, yo le pongo la comida a los animalitos.

Después comemos mi hijo y yo.
Mi hijo como siempre se levanta con mucha sed, y agradece con una sonrisa, que adivine que quería agua.

En la tarde después de almuerzo, mi hijo va a dormir y yo aproveché para salir a comprar.
Facturas de compra, no entregan , a pesar de que los fiscalizan ellos gracias a Dios, no les hacen caso, me parece muy bien.
La mayoría de las cosas las compro en la economía informal o donde atiende el propio dueño.
Porque tienen mejor atención. Los empleados están a disgusto y pagan su frustrachera con los clientes, así que entro para agarrar aire acondicionado y me retiro y no compro nada, porque tienen un precio publicado y otro más alto en la caja registradora.

Lo que compro en la economía informal, son frutas , ajo , cebolla y pimentón, lo demás sí en locales atendidos por su propio dueño.

Ellos como son los mismos todo el tiempo atienden muy bien, porque saben que si no lo hacen uno no regresa .

En las carnicerias si atienden bien los empleados, por qué los dueños están presentes y se sienten observados, o será que están advertidos de que sus problemas personales no deben entrarlos al negocio.

Hay un local muy cerca donde compraba platanos y cambures y ya les conseguí reemplazo, por otro que no me queda tan cerca pero compro lo que quiero.
En ese negocio atendía un muchacho y ahora está una mujer, ella se empeña en que compre unos cambures aporreados , y no agarre de los que están en buen estado, y al mismo precio, pues NO, yo pago el precio que ellos tienen pero compro lo que quiero, yo elijo todo, hasta el pan.

Aquí salimos beneficiados todos mi hijo , su fármaco, y sus bananos, Mía, los bananos y los mangos, Collins, la sardina, yo el café, los mangos y bananos .
A David , a veces le gusta la sardina , igual Mía.
A mí nunca.
Así estuvo el día de éxitos, gracias a Dios pagaron la pensión y ahí sobre la mesa está para lo que alcanzó.

Nota: ahora compro café puro , porque los empaquetados no sabían a nada.

Las fotografías son de mi propiedad.