¡Saludos, amigos Scouts!

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Jonás Gutiérrez, esa mañana salió de su casa caminando hacia su trabajo. El doctor le recomendó hacer ejercicio a diario, que caminara, y por ello lo tomó como parte de su rutina. A mitad de camino se detenía a comprar un café, el diario y luego seguía para su trabajo. Esa mañana era diferente, relató Lucía, su asistente, ella llegaba y ya él tenía rato en su oficina, sino, estaba en el piso de arriba conversando con el Sr. Adonis (dueño de la empresa) lo cual era normal y a veces tardaba horas.

Cerca de las 11 de la mañana, llega el Sr. Adonis y le dice a Lucía que le diga a Jonás que suba para hablar con él, Lucía lo detiene y le dice: - Sr. Adonis, yo pensé que estaba con usted. Le responde, No, yo voy llegando del médico, tenía una cita, dígale que suba por favor, es urgente. Lucía se extraña y lo busca en su oficina y en todo el piso, pero no lo encuentra, algo totalmente inusual, el señor Jonás nunca faltaba a su trabajo y era de los que siempre llegaba de primero. Llama a recepción y pregunta por él y la recepcionista le dice que no lo ha visto llegar. Lucía lo llama a su teléfono y repica varias veces sin obtener respuesta. Intenta una y otra vez, y nada. Llama al Sr Adonis y le dice que no lo logra localizar, a lo que le responde que no puede ser, habían hablado temprano y quedado en que se verían en la oficina.

Lucía sigue intentando comunicarse, lo sigue llamando, lo llama a su casa, llama a su hijo y nadie sabe de su paradero. De pronto le contestan, pero no era él…

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Al otro lado del teléfono había respondido un anciano con una voz maltrecha y enfermiza, quien le indicó que el celular se lo había encontrado en un basurero y que lo devolvería si lo recompensaban con 20$ y el almuerzo que él quisiera, colgando abruptamente la llamada al no recibir ningún tipo de respuesta satisfactoria por parte de Lucía.

Ante este nuevo hecho preocupante, Lucía le comunica la situación apresuradamente al sr. Adonis, quien le ordenó que se encargara de las tareas diarias de la empresa por cuánto existían fuertes retrasos en los papeleos y que le dejara a él encontrar a su buen compañero de labores, quién seguía sin llegar a la empresa.

Ya entrada la 1:00pm, Lucía le pregunta a su jefe si había podido saber algo de Jonás, respondiendole aquel que el teléfono no repicaba y que muy probablemente el vagabundo que le contestó lo había apagado. Ante la sugerencia de la dama de comunicarle el hecho a la policía local, Adonis, sobresaltado, le mencionó que no se preocupara, ya que iría en su vehículo a buscarle, saliendo deprisa del edificio en su Mercedes clásico de color blanco, rumbo a un sitio desconocido para todos, menos para él.

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Adonis era un empresario que aparentaba lo que no tenía, ya que se encontraba endeudado y al borde de la quiebra producto de una mala racha en las decisiones financieras tomadas en su empresa que le tenían al borde del colapso, tras perder varios clientes importantes que desconfiaban de su gestión; además, el pobre acababa de romper con su esposa con quién había compartido toda una vida quién, y por si fuera poco, le quitó la mitad de sus propiedades.

Era Jonás, pues, el único fiel confidente y asesor de aquel hombre maduro y contrariado.

Los minutos transcurrieron y el sr. Adonis nunca regresó a la empresa. Tampoco se supo cuál era el paradero de Jonás, quién se encontraba solo en su casa por motivos de viaje de sus familiares y, por si fuera poco, una noticia estremeció a la localidad cuando se supo en horas de la noche que el sr. Adonis había sido rescatado del lago ubicado al oeste de la ciudad, tras caer al mismo con su vehículo por una supuesta falla mecánica.

Lucía, al ver el noticiero, se dirigió con prisa al área de emergencia, donde se encontraba internado, en completa soledad. Al llegar intentó hablar con él, pero Adonis se encontraba al borde de la muerte, susurrándole al oído y en medio de un sollozo que había acabado con la vida de Jonás la noche anterior, lo que hizo que aquella bella mujer se sobresaltara y saliera del área de emergencias despavorida, mientras escuchaba cómo los médicos intentaban reanimar a su jefe, ahora muerto.

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Jonás, quién tenía una excelente relación con Adonis al no solo ser su amigo íntimo sino también su empleado, era amante de la esposa de aquel desde hacía varios meses atrás, influyendo no solamente en el divorcio de la pareja sino también intentando llevarlo a la quiebra al tomar malas decisiones en su trabajo de manera premeditada, ya que la ex-esposa de Adonis le había confesado a Jonás que era maltratada por aquel y que, por venganza, quería dejarlo sin un centavo.

En medio de las copas de lo que se suponía sería una reunión amigable, la verdad brotó entre conversaciones y, Adonis, adolorido, le propinó un golpe a Jonás en la cabeza con una piedra de su patio, muriendo aquel en el acto. Adonis, cómo buen conocedor de su ciudad, planeó fingir no saber nada sobre su amigo, para luego dejar su cuerpo en algún sitio desolado, botando sus pertenencias en un basurero lejano a su lugar de residencia.

Para su infortunio, su conciencia no le permitió seguir con su plan y, lejos de finalizarlo, decidió acabar con su triste existencia, llevándose consigo su dolor y a quién consideraba como su único amigo.

De esta manera finalizo mi participación en este interesante concurso propuesto por el compañero @fjjrg, no sin antes invitar a mis compañeros @enrisanti, @lirvic y @cruzamilcar63 a participar a través del siguiente Enlace. Muchas gracias a todos por leerme. ¡Saludos y Bendiciones!

Hasta la próxima