Mi cuarto Delfín

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Hoy es un día especial porque alcancé, al fin, mi cuarto Delfín. En este mes, por otra parte, cumpliré cuatro años que me suscribí a esta plataforma donde, después de algunos altibajos, asumí, con inquebrantable formalidad, esta labor de creador de contenido, en la cual pienso continuar por largo tiempo. Si nos atenemos a la fría y objetiva relación del tiempo con respecto a las metas alcanzadas, podemos concluir que he promediado una cantidad de 5.000 steem cada doce meses y eso, como es obvio, proporcionó el resultado de un Delfín por año.

Sin embargo, debo recalcar que esas cuentas no resultan tan exactas, como a simple vista parecen, cuando nos abocamos a examinarlas tomando en cuenta las vicisitudes con que nos encontramos en la realidad. El primer año en esta plataforma, el 2021, no publicaba con la frecuencia con que más tarde me dispuse a hacerlo. Durante los primeros meses, debido al absorbente trabajo de la docencia y las obligaciones familiares, además de que, por qué no decirlo, no me lo había tomado con la suficiente seriedad, realizaba uno o dos artículos semanales. Como nuestra moneda estaba a buen precio con respecto al dólar y en esos días los SBD parecía que siempre iban a estar allí, no me preocupaba mucho, en verdad, por generar más ganancias, lo que obtenía me servía para subsanar sin problemas algunas prioridades económicas.

En mayo de ese mismo año, nos enfermamos todos en casa con el Covid 19. La más afectada fue mi esposa, quien pasó más de dos meses en cama; por lo tanto, mis actividades en Steemit se limitaron de manera significativa y dejé el monedero sin nada, ya que las urgencias de los medicamentos me obligaron a extraer todo lo que allí había. Casi todo ese 2021, como pueden ver, fue imposible sumergirme de lleno en los avatares de esta plataforma y ni siquiera pude aprender todos esos conocimientos que hacen falta para evolucionar en estos predios.

Al año siguiente, desde el mismo mes de enero, sí me dispuse a trabajar, de manera formal y organizada en Steemit. No tuve que pensarlo mucho, aquí podía poner en práctica una de mis pasiones, la escritura, había libertad para hacerlo, múltiples comunidades y opciones para darle rienda suelta a la creatividad y las ganancias dependían, en gran medida, de mi disposición para adquirir los lineamientos que me convertirían en un buen creador de contenido y de mi responsabilidad con el rol que afrontaba…

Con todo esto que hasta ahora he dicho lo que quiero recalcar es que, a pesar de los tropiezos, de las dificultades que nos encontramos en el camino, de la falta de tiempo, incluso, para llevar a cabo lo que deseamos, siempre es posible alcanzar las metas que nos trazamos. En marzo de 2023, obtuve mi primer Delfín; hoy, dos años más tarde, estoy celebrando, con mucho orgullo, haber llegado al cuarto escaño de esta acuática jerarquía steemiana.

Mi intención, obviamente, no es mostrar con jactancia este nuevo objetivo que he superado, sino ilustrar con los contratiempos de mi experiencia, a quienes comienzan en estos avatares y a los que marchan al ritmo que les impone su realidad particular, que si trabajamos con responsabilidad, en algún momento alcanzaremos nuestras metas.

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_{Nota: Las capturas de pantalla de mi monedero fueron realizadas con la herramienta "Recortes", de Windows 10.}