Cuenta la leyenda que aquel que esté en el bosque de los mil gritos después de la puesta del sol jamás vuelve a salir. Se dice que allí vive un antiguo nigromante, otros dicen que es un brujo, algunos que es un viejo alquimista que después de ver la verdad de la existencia enloqueció, volviendo quimeras a todo aquel a que veía, no se sabe con exactitud quién es él, o que es el. Lo único es si entras allí, no podrás volver a ver a tus seres queridos, a tus amigos ni a nadie que no sea la muerte misma en persona y estarás a su lado por el resto de tu existencia.

Este es el cuento que ha pasado de generación en generación aquí en donde vivo ¿quieres saber a dónde vivo? De lo diré cuando termine de contarte esto, es algo peculiar, es la versión de uno de mis tíos que se atrevió a ir más allá de los límites establecidos, no solo eso, también se atrevió a quebrantar las reglas de no ir y más que todo, decidió hacerlo a las doce de la media noche, él decía que era la hora de las brujas. Se preparó, un puñado de sal en una bolsa, un crucifijo, un talismán de protección, una linterna y un faro.

Él decía que era irrespetuoso que entraras allí teniendo algo moderno, pero si algo pasara y la lámpara se dañara usaría la linterna. No quiso hacer esa travesía solo, así que llamó a sus amigos, era un grupo de seis personas, tres de ellas entrarían al bosque mientras las que quedaban serían los que sujetaran sus cuerdas, ya que para seguridad y saber el camino de regreso estaban estas.

Mi tío encabezó la expedición, ellos querían saber que era lo que había allí, pero sin darse cuenta entraron a las fauces del lobo o, mejor dicho, a la casa del demonio. Solo dieron un par de pasos cuando ya uno de sus acompañantes le empezó a doler la cabeza, algo normal dijo, el lugar olía horrible, pero no era un olor común ¿azufre tal vez? Se preguntaba el otro acompañante, pero siguieron, cada vez el aire era más pesado, ya habían caminado como por diez minutos y nada había pasado, cuando mi tío se le ocurre decir “vamos a volver, todo es mentira” se percata que está solo, sus dos compañeros no están, comenzó a caminar de regreso un poco desesperado su corazón parecía desenfrenado, cada vez más rápido, cuando se percata, la cuerda estaba cortada, era como si algo la fuera mordido, y no solo eso, también estaba las de sus amigos, justamente en ese momento escucha que alguien viene, rápido se esconde, se escuchan jadeos pesados, y cuando se hace visible era su amigo, el que estaba mareado, su brazo estaba todo lleno de sangre sujetando lo que parece ser lo que queda de su otro brazo, de sus labios pálidos solo se escucha unos susurros “ayuda, ayuda”.

Mi tío se queda paralizado, no sabe qué hacer, al ver a su amigo en ese estado, cuando de pronto se escucha un gran grito “Aaaaaaaaaah”, sin mucho pensar, era de su otro amigo, al escuchar ese grito el otro compañero cae al piso diciendo “todo está perdido, tenían razón no deb…” antes de terminar la oración algo afilado atraviesa su pecho, en ese momento ve a mi tío entre los arbustos, se vieron fijamente, antes que esa figura horrible llegó, junto con una compañía de algo parecido a perros, pero tenían una venta en sus ojos, y sus patas eran como las de un león con grandes garras dispuestas a matar a un ser humano de un zarpazo, del lugar de donde deberían estar sus ojos sale algo como sangre pero negro, como si ya estuviera podrida.

El ser al que ellos obedecían media casi dos metros, tenía un bastón más alto que el, en sus manos tenía garras y tenía una bata blanca que lo tapaba casi todo, lo único que se veía eran unos ojos llenos de odio y esa mirada que te infundía un deseo insaciable de muerte. En eso el hombre horrible muestras unos dientes horribles, arrancándoles los ojos al cadáver de su compañero con sus garras comienzan a escucharse unos gritos horribles por todo el bosque, en ese momento lo entendió, estaba en el infierno, no sabía cómo, pero él ya estaba muerto, el monstruo solo dijo “el otro debe estar cerca, búsquenlo” en seguida los perros comenzaron a olfatear el piso, cuando estaban cerca de él, levantaron sus orejas, se escuchó un grito, diciendo “Correeeee, no te detengas, solo corre”. Era su otro amigo, no estaba muerto, el hombre tenebroso al escuchar esto dice “Al parecer tendré una nueva mascota, después que se saque sus ojos, sigue teniendo fuerzas…”.

Mientras el monstruo se alejaba con su compañía demoníaca el aire se empieza a poner más suave en ese momento él lo entendió, tenía que correr, no sabía a dónde pero tenía que correr, se levantó sin mirar atrás, sin ver a su amigo, solo corrió, en eso escucha su nombre, era a la dirección que estaba corriendo era uno de los que se habían quedado afuera del bosque había entrado a buscarlo sin perder de vista la salida, él pensó que lo peor había pasado pero no, en eso escucho justamente en su oreja “¿A dónde vas?” en lo que de repente cayó al piso, sin moverse, solo podía mover sus ojos, y ver cómo aquel monstruo estaba encima de él y lo agarró por el cuello, no sabía qué pasaba con su cuerpo, pero sentía como si los perros olían su ropa, su aroma, su alma. En eso en un impulso desesperado, agarra la cruz, sintió como su brazo recobró fuerza y entendió que podía salvarse cuando lo levanta, lo pone al frente de aquel engendro, para sí sorpresa, mostró sus afilados dientes diciendo “En tierra de muerte estos juguetes no funcionan “y la mano comenzó a temblar, la cruz se le resbaló de la mano y cayó al piso, después sentía como su cuello se apretaba cada vez más, y no solo eso, sentía como su alma dejaba su cuerpo, como último acto desesperado, agarra la sal, la avienta sobre aquellos ojos, haciendo que lo suelte, cae al piso, dando patadas en la tierra se aleja un poco notando que cientos de pequeños monstruos se ponen alrededor de él, quedó en trance, cuando de repente escucha su nombre, entre los quejidos de la abominación y de sus mascotas, escucha su nombre, el solo se levanta y corre, siente como si le falta el aire, como si solo tuviera la mitad de sus fuerzas y la mitad de su cuerpo dormido, en eso ve el resplandor de la luna, con mayor fuerza, estaba cerca del claro, pero cuando sus ojos se llenaron de esperanza al ver a su amigo llamándolo, siente que algo lo agarra por la pierna, fue como si guarras calientes como la lava misma entrarán a su piel, cuando se voltea, era una de esas bestias, no podía creerlo, esa forma que tenía su pelaje, se asemejaba a la que usaba su amigo, sentía que su pie estaba a punto de desgarrarse, pero en eso llega su amigo, lanza la sal a al animal, haciendo que flojee, en ese momento con la otra pierna le da un golpe en sus fauces, haciendo que lo suelte, su amigo viene y lo toma del brazo, montándose en su hombro logran salir del bosque.

Esta es una historia que pasó no hace mucho, mi tío jamás fue el mismo, y sé que tú tampoco lo serias. Se dice que noches donde no hay luna, las mascotas salen en busca de aquel hombre que desafío a la muerte, trata de que no te confundan con él. Ahora ¿quieres saber quién soy? ¿Apoco no sabes? Siempre te veo, cuando vas por el bosque, o sales a pasear en noche de luna nueva, solo quiero volver a ver a mi tío y poder terminar lo que me encomendaron hacer, llevarle sus ojos a mi amo. Aunque… los tuyos también son precioso, quiero verlos un poco más…