22º CONCURSO DE FOTOGRAFÍA - Tema "Black & White"

  Capturar elementos naturales a través de mi cámara fotográfica ha sido uno de los hobbies que he estado aprendiendo a disfrutar por ello, me siento muy feliz de decir presente en la dinámica que ha organizado nuestra compañera @turituri acotando que, para la edición N°22, nos invita a captar imágenes en Blanco y Negro. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La fotografía en Blanco y Negro fue duramente desplazada cuando surgió la técnica del color y, esto se debe a que la sociedad consideró que era más atractivo capturar un momento manteniendo la tonalidad de todos los elementos que tiene una fotografía y a pesar de que está bien disfrutar de esos colores, debemos tener en cuenta que, la fotografía en Blanco y Negro va más allá de un tono.

  Partiendo de lo anteriormente mencionado, en horas de la mañana me di la tarea de buscar entre los espacios naturales que me rodean esa belleza 100% natural que no necesita proyectar tanto color para resaltar en todo su esplendor la hermosura que la caracteriza y durante esta búsqueda, lo primero que vi fue una flor llamada Copa de Oro.

  Les confieso que, la primera vez que me atreví a fotografiar esta flor en Blanco y Negro aprendí a valorar más su belleza porque, bajo este efecto descubrí unas texturas y sombras que pasan desapercibidas cuando vemos la fotografía a color además de que, con esta toma fotográfica detecté una sombra que en ocasiones anteriores no había visto y me encantó porque, le resalta más su elegancia.

  El tono que tiene las hojas de esta flor es amarillo y aquí quiero precisar que es una tonalidad bastante intenso pero, gracias al efecto Blanco y Negro, ese amarillo queda diludido a un blanco y literalmente quien no conozca la flor piensa que su tono es blanco y si seguimos jugando con los demás contraste concluiremos que, es una belleza natural que merece ser resaltada.

  Continuando con esta aventura fotográfica, ahora llegó el momento de hablarles sobre el árbol que quise retratar con el lente de mi cámara ya que, al observarlo pensaba en la generosidad que este elemento natural diariamente tiene con nosotros porque, independientemente del daño que les hemos estado ocasionando, ellos siguen transmitiendo su oxígeno, sombra, frescura y muchos elementos más.

  Este árbol lo plantaron hace 7 años en un terreno que hay en la urbanización donde vivo y desde su momento de plantación, ha estado creciendo de una manera muy esplendorosa. Recuerdo que cuando estaba pequeño, nadie se le acercaba; sin embargo, hoy día lo acompañan personas que quieren disfrutar de su sombra, también llegan los perritos o gatos que viven cerca.

  Observando detalladamente esta fotografía en Blanco y Negro me percaté de que, la sombra de estos elementos naturales es más grande de lo que en primera instancia podemos pensar y, desde mi concepción esto no tiene otro significado más que la bondad ya que, no se trata de que debemos vivir en la sombra de algo o alguien sino que, con amor podemos acobijar a todos los que nos rodean.

  Para mí, el árbol es un extraordinario maestro de vida y todo lo que se desprende de él me gusta analizarlo porque, siento que la filosofía que caracteriza a este elemento de la madre naturaleza nos enseña a conocer la esencia de lo que implica vivir y, así como es hermoso observar una fotografía a color de un árbol, cuando está en Blanco y Negro esa hermosura se multiplica porque hace contraste con otros elementos.

  La naturaleza no tiene límites y ella resplandece con gran algarabía en el lugar donde le corresponde crecer. Tal es el caso de esta Azucena de México; flor que se desprende de la familia de los Lirios americanos y, a pesar de que la conocí el año pasado, debo dejar presente que, me encanta su belleza tan particular porque, tiene unas texturas y líneas muy bien definidas e incluso, cuando la observo siento que estoy ante una flor vintage.

  Quiero dejar presente que, hoy fue la primera vez que me atreví a fotografiar la Azucena de México en Blanco y Negro; siendo esta una experiencia muy agradable porque, las líneas que se observan en la hoja de la flor genera una proyección visual más atractiva además de que, las sombras resaltan más generando de esta manera que se proyecte un efecto de mancha que le aporta más belleza natural.

  Ante el efecto Blanco y Negro, la flor Azucena de México se niega a representar una ilusión óptica en blanco; siendo esta una particularidad muy importante de resaltar porque si nos acoplamos a la teoría psicológica del color podemos interpretar esto de que, a su manera ella nos enseña que no necesita acoplarse a otra tonalidad para resaltar y ser bella. Novedad que me parece indispensable valorar.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación son de mi autoría y fueron tomadas con mi teléfono celular Tecno Spark Go 2024}