63° CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS. / "Desaparecida"

  La escritura es un hábito que debemos fomentar en nosotros porque, a través de este arte tenemos la oportunidad de desarrollar habilidades en la comunicación escrita que son un auténtico talento por ello, me complace unirme a esta dinámica que ha auspiciado nuestro amigo @fjjrgb. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

Desaparecida

^{Ana Laura es una mujer atlética, le gusta correr todos los días, y los fines de semana tiende a correr largas distancias, por lo que sale temprano, cuando aún no ha salido el sol. Lleva meses entrenando para la maratón de Nueva York. Su hermana Carla y su novio Rogelio, siempre están pendientes de ella en sus recorridos ya que no se lleva su teléfono sino un Ipad para escuchar música. Ellos le llevan agua y frutas, ya que es diabética y previenen una hipoglucemia o en el caso de que se lesione, Ana sabe que ellos irán por ella.}

^{Este domingo, Ana sale a las 5:30 am, por la ruta acostumbrada, era un trayecto de 23 kilómetros. Su novio y su hermana salen a las 7 am hacia la ruta. En 25 minutos hacen el recorrido y no la han encontrado, llegaron hasta el final de la ruta donde se suponía que Ana regresaría, Carla le dice a Rogelio que vuelvan, ambos se ponen a buscar con mayor detenimiento, llegan al punto de inicio y entonces se preocupan, Rogelio llama a su hermano que es jefe de la policía para que lo ayude a buscar a su novia. Buscaron varias veces por la ruta, preguntaron en el hospital cercano y no hay noticias de ella. En un tramo de la vía, un policía consigue un Ipad, le envía la foto a su jefe y Rogelio lo identifica.. "Es de Ana", pero dónde está?...}

  Rápidamente el policía manifiesta que es lo único que han encontrado de Ana pero, este hallazgo los conlleva a deducir que ese es el perímetro donde ella estuvo antes de desaparecer. Por su parte, los policías intensificaron la búsqueda en el área; no descartaron ninguna pista, novedad que les permitió notar un detalle muy crucial en la investigación porque, vieron que un hombre tenía en su brazo la banda que sujetaba el iPad de Ana.

  El policía que estaba encargado del caso se acerca a él para interrigarlo y para su sorpresa, las respuestas que dió aumentaron más la sospecha que tenía. No obstante, este prefirió no decirle nada y cuando el hombre se fue, otro agente de la policía lo siguió sin que se diera cuenta.

  Después de seguir al sospechoso durante 25 minutos, el policía se percata que entra al Central Park y se dirige a lo más aislado del lugar. Este sin darse cuenta que lo están siguiendo acelera su caminata para llegar rápido a una vieja cabaña que había en el parque y estando en el lugar, se escucha que emprende una conversación con alguien más. El policía rápidamente pasa la novedad y solicita refuerzos porque desconoce cuántas personas hay en el lugar además de que, intuye que pueden estar armados ya que, en la entrada vio que estaban unos cartuchos de pistola.

  La policía llegó brevemente al lugar y solicitaron que las personas que se encontraban en la cabaña salieran; sin embargo, nadie hacía caso a la solicitud. Después de varios intentos, dos agentes de la policía ingresan al lugar y ven que Ana estaba tendida en el piso mientras que el hombre sospechoso lloraba con gran intensidad.

  Ana, lamentablemente había fallecido debido a la ausencia de sus medicamentos para controlar su problema con la diabetes. El hombre sospechoso no sabía que ella padecía esa enfermedad y cuando le dijo que necesitaba esas medicinas, él pensó que era una excusa para que la liberara. Los policías al ver esa escena tan desconcertante levantan al sospechoso e inmediatamente le preguntan qué hacía ella ahí y entre balbuceos dijo que solo quería conocerla mejor porque admiraba todo lo que ella había logrado en el mundo del atletismo de fondo.

  El sospechoso fue trasladado a la comisaría; lugar donde estaba Carla y Rogelio esperando noticias de Ana. Ellos pensaban que la policía iba a llegar con ella y cuando se enteraron que un sujeto la había secuestrado porque estaba obsesionado con ella se enfurecieron pero, al escuchar que había muerto, el dolor se apoderó de ellos.

  La justicia dictaminó que el secuestrador debía pagar una condena de 25 años y desde ese momento, cada vez que se llevara a cabo el maratón de Nueva York, iban a homenajear a Ana por el gran legado que dejó en este deporte que tanto amó.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!