Abrazos queridos amigos digitales

Gracias al scouter @fjjrg por proponer este tema, que nos invita a reflexionar acerca de los desafíos de cumplir un trabajo y concentrarse en ello.

También quiero invitar a @hloero @elpastor @franyelisgonzalez y @napito para que se unan a este concurso , porque estoy seguro que tendrán una reflexión importante que compartir.

Liberando estrés o perdiendo tiempo

La flojera o procastinar

Siempre recuerdo a un querido amigo de la universidad que me decía “¿Sabes lo que hago yo en mi tiempo libre? Pierdo el tiempo”... Mi amigo lo justificaba diciendo que si estuviera haciendo algo entonces no fuera tiempo libre.

El punto es que cuando uno está trabajando no puede perder el tiempo, y aún así, uno lo hace. La procastinación no es algo nuevo, pero es algo delicado si no se tiene real conciencia del daño que uno mismo se hace en su trabajo.

La procastinación es útil para liberar estrés o para descansar la mente después de ratos de concentración. Pero como todo en exceso es malo, también hay que lograr un equilibrio, porque corremos el riesgo de no ser tan productivos.

Le llamamos cansancio o procastinación

Mi experiencia es que como últimamente estoy trabajando a distancia, y a mi ritmo, a veces me descuido en cosas que no vienen al caso y paso tiempo procastinando. Pero luego retomo mis actividades y termino mis obligaciones.

Sé que la procastinación no es algo bueno, pero es algo útil cuando uno está estresado y muy preocupado. Y me resulta en muchas ocasiones porque luego cuando retomo las actividades y me concentro mejor.

Es flojera o procastinar

Creo que lo ideal sería tener un horario para procastinar, es decir para revisar redes sociales, noticias o videos, y luego proseguir con el trabajo. El peligro es consumir más tiempo del necesario en cada pausa de “reflexión” y producir mucho menos en el trabajo real.

Igual es una buena opción para los que pasan mucho tiempo -como yo- sentado frente a un computador tratando de sacar un trabajo que a veces nos cuesta mucho y nos exige mucha concentración.

Pero creo que la opción de imponerse horarios, cuando uno mismo se impone sus rutinas, es una válida forma de organizarse y hacer un trabajo altamente efectivo sin perder el norte.

Por otro lado creo que no procastinar es casi imposible, ya que no somos máquinas que nos podemos dedicar seis u ocho horas a una misma labor. Es casi improbable porque debemos tomar pausas y oxigenar el cerebro de alguna manera, entonces la duda no es si es bueno o no, sino cuánto tiempo podemos dedicarle a “perder el tiempo”... bueno no es perder el tiempo si estamos trabajando.

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