Hola mis estimados amigos digitales

Gracias al amigo @rmm31 por proponer este tema, que nos motiva a compartir recuerdos y experiencias que tengamos con nuestras herramientas y su facilidad para perderse.

También quiero invitar a @joslud @marvinvelasquez y @vicent21 para que se unan a este concurso , porque estoy seguro que tendrán más de una anécdota con sus herramientas.

Mis herramientas en pequeñas manos

Mis herramientas en pequeñas manos

Desde joven siempre me gustó jugar y trabajar con herramientas. Y era bastante bueno en eso. Sobre todo trabajos de carpintería y labores menores. También lo que se llama “mecánica ligera”, que son pequeñas reparaciones como cambiar los carbones a una licuadora o agustar las abrazaderas a alguna maquina.

Desde que tenía unos 12 o 13 años ya destacaba por el manejo de las herramientas y porque me gustaba tener las mías propias. Mi papá tenía muchas herramientas, siempre hubo de todo tipo, pero a medida que me iban gustando los trabajos mecánicos y de carpintería, me fui haciendo con mi propio arsenal.

Recuerdo que desde que tenía como 14 o 16 años, mi familia en navidad y en los intercambios de regalo, siempre me obsequiaban juegos de destornilladores, cajas de herramientas, juegos de dados y llaves ajustables. Era lo que yo más quería.

El punto es que cada ve que comenzaba a hacer algún trabajo manual, alguna reparación o algún pequeño proyecto, siempre mis hermanos menores trataban de ayudarme, de acompañarme y de asistirme. Siempre me preguntaban por la utilidad de una u otra herramienta, para qué servía cual instrumento o tal otro... y siempre se terminaban llevando mis herramientas para probar ellos mismos sus usos y nunca me las regresaban a su lugar jajajaja.

Era una situación cotidiana: yo sacaba las herramientas, a los cinco minutos llegaban mis hermanos menores, y luego cuando iba a buscar un destornillador específico, justo eso había desaparecido.

Lo peor es que cuando les preguntaba, me decían “creo que sí lo agarré, pero no me acuerdo donde lo puse” jajajaja.

Un día estaba en la casa de un gran amigo, y vi que en su pequeño taller tenía un juego de dados y llaves ajustables y en la tapa de la caja decía “No prestar a Matías”, su hermano menor. jajaja me pareció tan gracioso como familiar.

Todas las fotos fueron tomadas por mí, con mi teléfono Samsung Galaxy J4+