AUNQUE YA PASÓ EL AMANECER
Y nos veníamos en fuga, o lo que pretendía ser una fuga en
apenas escasas casas pobladas de amplios ventanales como
hermanas del viento. Sí, porque Coro es hechura de
balcones y el lugar propicio de pláticas aéreas, tú y yo
arrebatados por esa música que viaja en esta ciudad al lado
del rojo color de las arenas.