El amor propio es un maravilloso sentimiento que se traduce en respeto y valoración de mi propia existencia, es la acción de buscar mi bienestar tanto físico, psicológico y emocional sin afectar con mis decisiones y actos a los demás. El amor propio es un proceso de autovaloración mezclado con mucha amabilidad y razón de cada hecho que rodea mi propia existencia.

El amor propio no debe confundirse con el ego o vanidad, estos dos son sentimientos negativos que convierten al ser humano en una persona egoísta e idolatra. El amor propio es una expresión del cuidado de mí ser de manera integral. Es reconocerme en mis virtudes y defectos, es cuidar de que nada malo de lo que puede suceder en lo que me rodea cambie mi energía positiva y mis ganas de ser cada día una mejor persona.

Cuando tenemos amor propio es muy sencillo conectarnos con otras personas que también lo tienen y establecer relaciones saludables basadas en el amor y el respeto. Hay una frase en la que pienso con mucha frecuencia que dice “que no podemos amar lo que no conocemos” y es aplicable a nosotros mismos, como decir que tenemos amor propio sino no nos conocemos a nosotros mismos, de allí que el principio fundamental del amor propio sea el establecimiento de una conexión con lo más profundo e íntimo de nuestro ser.

En la actualidad donde las redes sociales exponen la vida de las personas a la vista de todos, donde es casi imposible mantener una vida privada pues cada vez más se nos solicita compartir todo lo que hacemos en las redes e incluso se nos invita a estar siempre conectados, el amor propio se constituye como una base de nuestro bienestar debido a que si no tenemos amor propio cualquier comentario hacia lo que hacemos o publicamos puede traernos graves problemas tanto psicológicos como emocionales.

El amor propio es un camino de descubrimiento, es un diario transitar por mis pensamientos, es reflexionar acerca de mi propia vida para amar, valorar y reforzar lo que me hace una persona con una actitud positiva día a día. El amor propio se trata también de decir SI a todo lo que me hace bien y decir NO cuando hay situaciones, personas, circunstancias y pensamientos que pueden dañarme.

Gracias al amor propio soy una persona de luz que puede brillar sin opacar a otros, que no necesita humillar a otras personas para sentirse grande, que es capaz de ver lo mejor en cada persona porque veo lo mejor que hay en mí, el amor propio es una invitación a una relación saludable contigo y tu vida, es un amor eterno.