Obra del Creador
Brisa serena que besa la aurora,
luz que acaricia la tierra en su andar.
Paz que florece, divina y sonora,
un canto celeste que invita a soñar.
Satisface el alma su dulce latido,
calma que envuelve en su tibia bondad.
Maravilla eterna, fulgor encendido,
huella sagrada de amor y verdad.
Sombras y luces danzan en el lienzo,
historias calladas que el alma susurra.
Un instante atrapado en colores intensos,
un eco del tiempo que nunca se apura.
Si es nostalgia o un sueño, no sé precisar,
pero vibra en el aire con dulce armonía.
Es un eco de vida, un fugaz suspirar,
una historia secreta en la luz y en la brisa.