Under the rocks, I found a treasure,
and it surprised me so much that I took it with me.
It was a stone with your name that I had once kept in case everything was lost,
and it was so beautiful to see it. I remember that day when we hid it,
when we were filled with love.
I took it home and started to contemplate it,
and a tear began to fall.
It took me a long time to go look for that stone; I couldn’t do it
because going meant accepting that you were no longer here.
Since you left the stage, your image remained fixed in my mind.
It’s a fixed image, unchanging, that never updates,
and I couldn’t see you change.
Only that stone remained after the fire,
that cursed fire that took you far away, with all your things.
Because I was the only one to survive. Life is so unfair:
it took you and dragged me along. I was left half here and half there.
And I miss you. You can’t imagine how much I miss you.
I’ve already understood that you’re gone, but my body moves at another speed,
unable to understand your absence. It cries out for you and tears me apart,
leaving me half-dead,
as if my flesh couldn’t bear your departure.
I don’t know why I linger here so long. I don’t want to do wrong
because I want to honor you. That’s why I’ll survive,
to be your memory and ensure that no one ever forgets you.
Stone, my love, I won’t fail you.
I’ll be the refuge of your laughter and the keeper of your stories.
This way, they will remember you happily until life brings us together again,
because our love will be real in both worlds and forever.
Bajo las rocas encontré un tesoro
y me sorprendió tanto que lo llevé conmigo.
Era una piedra con tu nombre que guardé una vez por si todo se perdía,
y fue tan lindo verla. Recuerdo aquel día cuando la escondimos,
cuando estábamos repletos de amor.
La llevé a casa y la empecé a contemplar,
y una lágrima empezó a caer.
Tardé mucho en ir a buscar esa piedra; no lo podía hacer
porque ir era aceptar que ya no eras más.
Desde que te fuiste del escenario, quedó fija en mí tu imagen.
Es una imagen fija, sin actualizar, que nunca cambia,
y no pude verte cambiar.
Solo quedó esa piedra después del incendio,
ese fuego maldito que te llevó lejos, contigo todas tus cosas.
Porque sobreviví solo yo. La vida es tan injusta:
te llevó a ti y me arrastró a mí. Quedé la mitad aquí y la otra allá.
Y te extraño. No sabes cómo te extraño.
Ya entendí que te fuiste, pero mi cuerpo tiene otra velocidad
para no entender que no estés. Te pide a gritos y me desgarra,
dejándome medio muerto,
como si la carne no soportara tu partida.
No sé por qué duro tanto aquí. No quiero hacer lo malo
porque te quiero honrar. Por eso sobreviviré,
para ser tu memoria y que jamás nadie te olvide.
Piedra, amor, no te voy a fallar.
Seré el refugio de tu risa y el sostén de tus anécdotas.
Así, feliz te recordarán hasta que la vida nos vuelva a unir,
porque nuestro amor será real en ambos mundos y para siempre.