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Catástrofe inesperada.

Todo era calma y quietud en el pueblo de Catemito, la gente seguía su rutina, trabajos, escuela, juegos y demás.
El día particularmente se sentía extraño pero nadie lo notaba; se respiraba una extraña calma que no alertaba a nadie.

El sol posado sobre el pueblo hacían reflejar la sombras con color amarillento, no se veían como deberían de verse, por otro lado los animales alterados no dejaban cada uno de expresarse, ladridos incesantes, maullidos de gatos sobre tejados como gritando peligro, lamentablemente nadie ponía atención a esos pequeños detalles, aquellos que hubieses cambiado la historia.

Caía el ocaso y las jornadas terminaban para entrar al añorado descanso familiar, cada uno en sus casas compartiendo la cena, contando sus días y riendo, así estaban la mayoría de los pobladores de Catemito. Terminó de hacerse la noche y esa brisa de tensa calma continuaba soplando sin cesar, los animales ya sabiendo con ese sexto sentido que poseen ya se habían puesto a salvo, ningún sonido animal se podía escuchar en ningún patio de las casas de la gente.

Bastián un niño de 8 años sentía extrañeza de no hallar a su perrita, salió al patio a verla y no la encontró, miró al cielo y la luna marcaba muchos halos a su alrededor, parecía un arcoíris pintando a la luna y dejándola misteriosamente llamativa.

Este pequeño presentía algo en su interior, gritó fuerte antes de que comenzará TERREMOTOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, fue tan fuerte que todos escucharon en ese sepulcral silencio y empezó lo que el niño gritaba,a tierra se sacudía en un vaivén que no permitía la estabilidad de la gente, en núcleos familiares abrazados en sus patios, lejos de tejados o tendidos eléctricos eso esperaban la tierra se calamara y diera paz.

5 minutos interminables de movimiento telúrico en donde los registros marcaban una intensidad de 8,9 escala de Richter; al cesar el movimiento las familias retornaban a sus hogares para ver la magnitud de destrozos, vasos, platos, lámparas, todo roto, pero agradecian que todos estaban bien.

Bastián continuaba intranquilo, algo en su interior le seguía diciendo que esto no acababa, la familia del niño se fue a dormir para descansar después de ese gran susto, aunque el niño siguió despierto y siguiendo su instinto se fue a la plaza de Catemito, fue directo a la campana que era símbolo de señal de tsunami, la toco insistente para alertar y hacer que todos despertaran, el padre del niño al no encontrarlo supuso era su hijo quien tocaba la campana, fue por él, el pequeño lo miró y le dijo papá no lo puedes sentir, la viene la la ola.

Tomó a su hijo y fue por su familia, mientras los vecinos corrían a los cerros para resguardarse, Bastián tocó la campana a tiempo para que cada persona saliera de sus hogares y subiera a la cerros, 30 minutos después del tocado de la campana una ola de 10 metros de altura arrasó al poblado de Catemito llevándose casas, autos todo.

Una Catástrofe que no pasó a mayores gracias a la intuición de un niño, un pequeño que se volvió en héroe ya que por su instinto salvo a toda la gente.

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Unexpected catastrophe.

Everything was calm and quiet in the town of Catemito, people followed their routine, jobs, school, games and others.

The day felt particularly strange but no one noticed; there was a strange calm that didn't alert anyone.

The sun perched on the town reflected the shadows with yellowish color, they did not look as they should look, on the other hand the altered animals did not stop expressing each other, incessant barking, meowing of cats on rooftops as screaming danger, unfortunately nobody put Attention to those little details, those who would have changed history.

The sunset was falling and the days ended to enter the longed for family rest, each in their homes sharing dinner, counting their days and laughing, so were most of the residents of Catemito. The night was finished and that breeze of tense calm continued to blow incessantly, the animals already knowing with that sixth sense that they had already had been saved, no animal sound could be heard in any courtyard of the people's houses.

Bastián, an 8-year-old boy, was surprised not to find his dog, went out to the yard to see her and didn't find her, looked at the sky and the moon marked many halos around him, looked like a rainbow painting the moon and leaving her mysteriously striking.

This little one sensed something inside, he shouted loudly before Earthquakeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, began, he was so loud that everyone heard in that sepulchral silence and began what the boy shouted, grounded in a sway that did not allow the stability of the people, in familiar nuclei embraced in their courtyards, far from roofs or power lines, they expected the earth to settle and give peace.

5 endless minutes of telluric movement where the records marked an intensity of 8.9 Richter scale; When the movement ceased, the families returned to their homes to see the magnitude of the destruction, glasses, plates, lamps, everything broken, but they were grateful that all were well.

Bastián continued uneasy, something inside kept telling him that this did not end, the boy's family went to sleep to rest after that great scare, although the boy remained awake and following his instinct he went to the square de Catemito, it was Direct to the bell that was a symbol of a tsunami signal, I ring it insistently to alert and make everyone wake up, the father of the boy not finding it was his son who rang the bell, it was for him, the little boy looked at him and said Dad can't feel it, the wave is coming.

He took his son and went for his family, while the neighbors ran to the hills to take shelter, Bastián rang the bell in time for each person to leave their homes and climb the hills, 30 minutes after the ring of the bell a wave 10 meters high swept the town of Catemito taking houses, cars all.

A catastrophe that did not happen to elders thanks to the intuition of a child, a little boy who became a hero since by his instinct saved all people.

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