Mis manos se bañarían entre tus lágrimas, y mi autoestima se derrumbaría contigo, mirándote a los ojos noté un vacío poco doloroso y riesgoso, y cómo todo lo bueno, llega a su final…….
A través de una pantalla compartimos el mismo dolor, nuestro orgullo es ligeramente alto, y ninguno de los dos nos atrevemos a decir una palabra. Al caminar por la calle, en alejandria te veo. Ambos bajando la cabeza, completamente apenados, sin saber si quiera si nos volveremos a enamorar.
Ya me está causando un poco de paranoia este hecho, por las noches recorro la galería de mi celular, mirando cientos de fotos tuyas y mías, recordando tantos buenos momentos, cómo la vez que salimos al parque por un helado, ¡O tal vez ese día que corrimos bajo la lluvia!
Deambulando entre aplicaciones abro el whatsapp, mirándote en línea y abriendo tu chat, con el dedo escribiendo queriéndote decir “Hola”, pero justo cuando lo iba a ser, te desconectaste, obligándome así a quedar mudo por completo.
Me conociste a través de mis poesías y pensamientos filosóficos, y justamente con eso te volveré a conquistar, María, oh María, ven a mí. Me estoy volviendo un completo idiota al no tenerte a mi lado, se me volvió costumbre tus abrazos, tus besos, tus caricias, el decir “Amor ya llegué” luego de un largo y duro día.
Hiendo al baño, abro la puerta y con el espejo empañado el vapor salía de la ducha, quemando vellos y sobre todo pensamientos vagos que hay en mí. A altas horas de la noche los perros se oían maullar, y yo seguía sin pegar un ojo, fue justo cuando me quedaba dormido, que sentí tu mano pasando por mi espalda.
Me voltee a ver si habías vuelto, pero al voltear, miré que solo era una completa ilusión, me idiotizaste, no lo niego, y justo hoy, este hombre, se encuentra en su punto más bajo!!
