El sol se ocultó, ella surgió y giró, sí, una hermosa sirena ante mis ojos.
Anclé mi barco y ella se asustó, sumerge su belleza, no la veo más.
Sopla una suave brisa con aroma a gardenia, suena un canto melodioso que me enmudece.
Sin dudar voy a la proa bajo un bote y subo, mi deseo cumpliré, ya me siento enamorado.

Gardenia la llamaré es mi deseo soñado, blanca como la Luna surge y vuelve a caer.
Juega conmigo, lo sé, baila al son del sonido,
busco refugio en la isla, contemplaré su belleza.
Envuelto en la oscuridad, permanezco en silencio, su música me encanta, profundo sueño me adormece.
Sueño que ella se acerca y toca con su dedo mi frente, su aroma me empalaga, es mi gardenia ardiente.

La noche pasa apresurada, la claridad se acerca, triste me voy a poner, mi amada tiene que irse.
Música lejana escucho, despierto con mucha tristeza, la isla debo dejar, un barco solo me espera.
Navegaré por el mar hasta la dulce espera, otra noche volveré con ansias de enamorarte.
Una promesa al viento, elevo en oración, gardenia, vuelvo mañana para entregarte mi amor.