_{Imagen creada por mí en Canva especialmente para este concurso}

El empresario y el campesino

Una vez un empresario
que se sentía muy astuto
vio a un pobre campesino
y se imaginó que era bruto.

Se le acercó sonriente
Y le dijo: Mire, socio,
usted está de suerte hoy,
le traigo un gran negocio.

El campesino muy amable
le preguntó de qué se trataba
porque dinero no tenía
y fortuna le faltaba.

El empresario calculador,
marrullero y malicioso
le dijo: no se preocupe,
y lo miró con cara de tramposo.

Aquí tengo yo una caja de dinero
se la cambio por esa de cambures.
Mire lo buena que está su suerte
que no le estoy diciendo embuste.

El campesino miró al empresario
y le dijo: no creo que ese negocio sea bueno para usted.
El empresario socarrón y pícaro le dijo:
¡En los negocios a veces hay que perder!

Fue tanta la insistencia,
que al final el campesino accedió
y tomó la caja que le daba el empresario
y la caja que llevaba él, se la dio.

Cuando el empresario iba en su carro,
se rio del campesino porque dinero falso le había dado.
Se creyó un hombre hábil por dar dinero falso por cambures
y porque el campesino no se dio cuenta de ser engañado.

Cuando el campesino abrió la caja
que el empresario le había cambiado
sonrió y sintió cierto alivio
que los billetes fueran falsos,

ya que no le pudo decir al empresario
porque éste era bribón y terco
que lo que llevaba en la caja no eran cambures
sino las conchas que le llevaba a los puercos.

La moraleja de esta historia es
que las falsas no son las cosas,
ni el dinero, ni los objetos,
sino algunas personas.

Esta es mi participación para el genial concurso semanal de nuestro amigo @adeljose. Si quieres ver de qué se trata y participar, aquí comparto las bases del concurso. Saludos y éxitos

HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS