"Una imagen una historia"

No podía creer la escena que encontraría en mi casa al regresar del trabajo, aquello estaba revuelto como que buscaban algo y la rabia fue tal que lanzaron todas las gavetas de la cocina al suelo. Casi me desmayo cuando encuentro a una extraña en mi cocina y de paso muerta. La verdad con los ojos abiertos, yo no tenia duda de aquello, yo había visto muchos muertos para saber identificar uno, pero lo que no podía entender era que hacia ella en mi cocina.

No era una imagen agradable de ver, aunque la chica era hermosa. Tome el teléfono, rápidamente llame a emergencias y luego a mi jefe. Siendo parte del personal del cuerpo técnico de la policía conocía los procedimientos.

Pero aquel desorden me resultaba extraño, porque sabía que yo no guardaba nada de valor en la casa, ni siquiera armas de servicio, siempre la cargaba encima.

Sabia que esto iba a durar horas mientras levantaban el cuerpo y hacían las investigaciones. No conocía a la chica pero ella tenia una tarjeta con mi nombre. Eso complicaba más el panorama que relación tendría yo con ella.

Yo no le daba mi tarjeta a cualquier persona, como investigador sabía lo molestos que se podían poner algunas personas, por el simple hecho de querer saber que le habías sucedido a su pariente asesinado.

En una ocasión uno de ellos me siguió como una sombra, era el padre de una joven. La muerte de su hija había sido un duro golpe para él. Había perdido a su esposa hace poco tiempo. La muerte me estaba persiguiendo los talones.

La investigación estaba arrojando dudas razonables a mi favor, yo no era el culpable, pero era mi casa y todo tenia mis huellas.

Solo esa llamada que hicieron en la casa podría hacernos entender y guiar hasta un camino insospechado.

Una visita familiar estaba complicando todo, mi hija conocía a la muerta, era su pareja. Lo que no sabía era porque había tenido la necesidad de buscar cobijo en la casa de su suegro a pedir ayuda. Bueno si así se podría decir que resultara mi yerna. Ya algo sospechaba de que su hija no combinaba con los chicos, siempre estaba la casa llena de amigas en la adolescencia, algo que parecía ser natural en aquella época.

No solo la tarjeta en la cartera nos daba datos a seguir, un anillo en el estómago de la difunta podría ser la razón de su asesinato. El que se hubiese atrevido asesinar a su futura yerna se las vería conmigo pronto.

Un seguimiento desde la tienda de venta del anillo, nos hace entender que la siguieron para robarla. Algo muy sencillo de entender. Aparentemente mi hija no le había enseñado a su pareja las sencillas técnicas de observación y precaución a la hora de estar en las calles. Simplemente ella hacia lo que le diera la gana y no se sentía en peligro nunca.

Poco a poco se fueron entendiendo todos los caminos que había tomado y aún así la encontraron. Pero todo iba más allá de lo simple. El instinto me hacia pensar en el vendedor del anillo. La investigación de otras situaciones parecidas me hizo mantenerlo bajo vigilancia y no me había equivocado.

Cayó como la cabeza pensante de los robos y cobraba el seguro. Lo que no había sucedido hasta ahora es que se hubiesen atrevido a quitarle la vida a alguien. Y eso lo pagaría con muchos años de cárcel.

Solo me quedaba consolar a mi hija y entregarle a escondidas el anillo que llevaba su amor eterno en el estómago.

¡Gracias por tu visita!