Flor y Amalio regentaban con mucho cariño una clínica veterinaria con múltiples servicios en Caracas, ciudad capital de Venezuela. Entre los caninos huéspedes que por motivo de cuidado de la salud (hospitalización) o por viajes de sus dueños (hospedajes) se habían hecho sin proponérselo de varios ejemplares caninos debido a que sus dueños habían desaparecido y ellos no tenían corazón para sacrificarlos.
Por la época en que transcurre este relato tenían dos perras de gran tamaño, una de raza pitbull y otra de raza mastín napolitano, las cuales se habían criado juntas y se tenían gran afecto. De hecho, cuando una enfermó y debió ser hospitalizada, a pesar de estar en jaulas contiguas el llanto de cada una, los gemidos y alaridos eran tales que se vieron en la necesidad de colocar a ambas en una sola jaula.
Imagínense dos perras de gran tamaño dentro de la jaula diseñada para un solo can!!!
Bien, ambas perritas quedaron embarazadas en la misma época y dieron a luz día por medio.
Flor y el Dr. Amalio las ubicaron con sus cachorros en el garage de la casa teniendo en medio un promontorio de cajas de madera y tablas que impidieran cualquier agresividad de una hacia los cachorros de la otra.
El día transcurrió con gran normalidad. Ambas se dedicaban a lamer y amamantar a sus respectivos cachorros. Pero en la madrugada, alrededor de las tres, se escuchó un estrépito que venía del garage y se alarmaron...¡Las perras habían derribado la barricada divisora y debían estar peleándose o a punto de hacerlo!
El Dr. Amalio y Flor corrieron hasta el garage alarmados para encontrarse con una escena beatífica:
Ambas estaban dando de mamar a los cachorros, acostadas una al lado de la otra...y...con los cachorros "intercalados"...una mezcla de camadas. Las perras no solamente no se habían peleado por los cachorros sino que estaban haciendo cada una de madre y nodriza a la vez.
Y así se criaron los cachorritos... siendo lactados indistintamente por ambas madres...sin egoísmo alguno ¡Los humanos tenemos tanto qué aprender de los animales!
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