Recordar es vivir👍

La celebración navideña, que más me ha gustado fue la del año 2019, que a pesar de haber estado reciente la muerte de mi esposo, tratamos de pasarla bien para no arruinar la navidad de mi hijo, que contaba solo con 4 añitos.

Producto de aquel triste episodio, decidí organizar un festín en casa de mi suegra, a modo de que no se sintiera tan triste en una época tan hermosa como lo es la navidad, compré todo para la cena, llame algunos amigos, coordine con ellos y la involucre a ella, pues los mejores pan de jamón son los hecho por ella.

Todo estaba saliendo muy bien desde la mañana de ese día, se hicieron hallacas, ensalada de pollo, bollos rellenos, torta y más, decoramos la casa y nos engalanados para recibir a los invitados, quienes eran amigos casi familia, nunca antes se había hecho algo así. Llegó la noche y comenzaron a llegar los amigos con sus hijos. Se organizaron 2 mesas, una para adultos y otra para niño, fotos que no puedo publicar porque deben ser exclusivas de steem y se encuentran en mi facebook.

Celebramos con algo de vino, cenamos mientras reíamos y contábamos anécdotas, fue un momento muy grato, más aún al ver que mi suegra y mi cuñado la estaban pasando bien y en especial mi hijo, quien no paraba de hablar

Luego de la cena, realizamos algunas vídeollamadas a familiares y amigos fuera del país, charlamos sobre todo un poco, y en la espera ansiosa del niño Dios por parte de los niños, por la cuestión de los regalos, como es tradición.

Le mareamos un rato, hasta que mi cuñado los saco del apartamento a pasear por la comunidad, mientras yo colocaba los regalos bajo el árbol, me encargue de que a todos les tocará un obsequio, incluyendo a los adultos. Yo estaba muy feliz porque había logrado encontrar el regalo que tanto deseaba mi hijo, y por el cual me llevaba loca durante más de 6meses, todo era para él y por él.

Era un juguete llamado José comelón, el cual había visto en unos vídeos en YouTube y el cual no se haya a en Cumaná, le llame a amigos en el exterior y el juguete logró llegar a tiempo. Todo Dios lo estaba controlando a mi favor. Llegó la hora y los niños subieron, al entrar mayor sorpresa, allí estaban los regalos, sus caras de asombro eran indescriptibles, no se lo podían creer, corrieron al árbol casi lo tiran abajo, pero se controló el asunto y se inició el llamado de cada uno.

Mi felicidad era tan grande que me puse a llorar, al verle la cara a mi hijo cuando destapó el tan deseado regalo, y gritaba y corría por todos lados, diciendo "José comelón, José comelón...." Eso no tiene precio. Allí se hizo un desastre de envolturas y juguetes, todos jugando con lo que el Niño Jesús les había traído.

Conversábamos mientras comíamos pastel de chocolate. Llegó la hora de despedirnos, cada quien a su hogar. Sin embargo, al bajar del apartamento, cercano unos vecinos compartían y bailaban en la calle, e hicieron la invitación, allí nos quedamos la mayoría.

Lanzaron fuegos artificiales, mi hijo loco con los 7 colores, las estrellitas y las cebollitas. Estuvimos allí hasta las 6am del 25 de diciembre. Fue un día genial. Así Dios lo quiso. Por mi hijo siempre estaré dispuesta a dar el máximo y más aún en época de navidad dónde no se puede estar triste.

Atte. Sheimar Velásquez / @sheycvo
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Gracias por leer mi publicación.🤗
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