Cuando somos lastimados, en ocasiones se torna difícil poder perdonar a quien nos hizo daño y más si se trata de quien menos lo esperábamos, deseamos constantemente recibir una disculpa y si nunca sucede, entonces comenzamos a guardar rencor y malos sentimientos dentro de nosotros mismos cada vez que recordamos lo sucedido, por eso, una herida emocional no se puede tratar como que si de nada se tratara, porque así como las heridas físicas necesitan de un cuidado especial para sanar, las heridas emocionales también, e incluso, necesitan de mucha más atención para que no cause daños severos a largo plazo.

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Para muchos, perdonar no es una opción porque puede parecerles un acto débil, o peor aún, creen que perdonar es un acto de bondad que no merecen recibir quienes les han hecho daño, pero a mi parecer esto es un pensamiento erróneo y retrogrado. Perdonar no es más que despojarse de los malos sentimientos como el rencor, el odio, la rabia, la decepción, la tristeza, etc, que nos ha causado una persona.

¿Pero cómo podemos lograr tal hazaña?

Principalmente debemos reconocer que nadie es perfecto, que todos cometemos errores y que incluso tú, en algún momento puedes encontrarte del otro lado de la moneda, donde necesitarás recibir el perdón de quien haz lastimado. En este punto, podrás entender con más claridad que la vida da muchas vueltas y que únicamente siendo humilde podrás avanzar como persona.

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En segundo lugar, no debemos perdonar solo para quedar bien ante los demás. Sucede muchísimo que hay quienes dicen haber perdonado a alguien pero a la hora de la verdad aún siguen sintiendo resentimiento y odio, siendo incapaces de sincerarse consigo mismo.

Y en tercer lugar, saber que debemos perdonar principalmente por nuestro propio bienestar. Pero, ¿Cómo nos ayuda perdonar a quien nos hizo daño? Cuando se deja de darle importancia a esa falta que te causó tanto dolor, entonces no habrá ningún motivo para guardar rencor y malos sentimientos, comienzas a liberarte de ellos, y solo habrá espacio para ser feliz.

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Considero que perdonar (de corazón) es el acto más puro que hay, porque al hacerlo se deja que el amor, la humildad y la valentía triunfen por sobre todas las cosas, abriéndote el camino para trascender como persona y vivir una vida más tranquila y feliz.

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Muchas gracias por leerme.

¡Hasta pronto!