Me rasguñé con una guadaña mientras trabajaba en los campos de arroz. La abuela Aminah rápidamente tomó una hoja de betel y la golpeó hasta que quedó suave, luego la abuela Aminah la puso sobre la herida del Sr. Abdullah, porque las hojas de betel tienen un antiséptico natural que puede ayudar a acelerar el tratamiento de la lesión. Unos días después, la herida del Sr. Abdullah comenzó a secarse, por lo que casi se curó. Los aldeanos suelen venir a pedirle brebajes a Aminah. Utilizan agua hervida de hojas de betel para combatir el olor corporal, refrescar el aliento e incluso para curar problemas de la piel. Con el tiempo, muchas personas empezaron a plantar hojas de betel en sus jardines. La abuela de Aminah está feliz porque esta sencilla planta puede aportar grandes beneficios a la salud de muchas personas.
Las hojas de betel crecen mucho en zonas tropicales como donde vivo, concretamente en Aceh (Indonesia), porque, como dijo la abuela Aminah, en la naturaleza hay muchas medicinas que podemos usar, pero ya sea que las usemos los humanos o simplemente dependamos de otras medicinas,