Concurso COTINA : Notas de un soñador Edición 1 / por @alanasteemit

Hola amigos Cotinianos, hoy me uno a este concurso gracias a la invitación que me hizo @arcturus7777 para participar.

Para esta ocasión, tomaré como referencia la imagen principal del concurso y exaltaré al vasto cielo, a sus misterios y profundidades con un cuento sacado de mi imaginación. Espero les guste.

Imagen modificada a partir de la siguiente Fuente

Cuento: El mejor intercambio

Era una fresca noche de Septiembre, me encontraba admirando un agrupamiento de estrellas que se acomodaban en el cielo cual perfectas pecas titilantes.

Había escogido un banco solitario que había sido testigo de tantos enamorados que iban a prometerse amor, sentada y contemplando el pacto que a diario se hacen el océano y el cielo, noté que desde el horizonte se asomaba una luz que cada vez se hacía más grande, para mi sorpresa tenía movimiento y en un pestañar de ojos estaba a mi lado.

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Parecía que tantas historias de avistamientos de ovnis que había escuchado durante toda mi vida me habían preparado para este momento, pero para mi sorpresa no se trataba de uno de esos extraterrestres de piel verde pálido con ojos saltones que manejan grandes naves y que visitan el planeta en busca de agua y de conocer nuestros cuerpos.

Lo único que si había en común con las tantas descripciones que teníamos de los OVNIS era que podía comunicarse telepáticamente, y sin dudarlo empezó a hablarme de todas nuestras leyendas de la Vía Láctea, de la existencia de dioses del Olimpo, de héroes griegos y hasta de las Amazonas que sin duda estaban haciendo falta actualmente en mi planeta. ¡Me quedé estupefacta!

Recuerdo vívidamente que me dijo:

─ Soy de la constelación de Orión visible por ustedes como un cúmulo de estrellas. Mi lugar yace en la “nebulosa de orión" compuesta en su mayoría por polvo interestelar que no conoces.

La primera pregunta que por fin se me ocurrió hacerle fue su nombre, lo cual me respondió:

─ Se te hará difícil pronunciarlo, pero como ustedes los seres de este planeta siempre necesitan ponerle nombre a las cosas puedes llamarme "Fer". De hecho, ustedes han nombrado a las 3 estrellas más grandes de mi constelación como: Mintaka, Alnilam y Alnitak, y hasta le han dado forma de un cuerpo de guerrero con escudo. Pero nosotros no poseemos cuerpo, estamos hechos de puro éter.

Yo, nerviosa y magnificando mi torpeza por querer preguntar cosas interesantes para que no pensara mal de mi (como si eso les importara) seguí la conversa preguntándole: ¿entonces no tienes cuerpo? ¿no podrías hacerte visible para mi?, y ella contestó:

─ No podrías verme, más yo si podría experimentar a través de ti, ¿quisieras saber cómo?

Contundentemente y sin pensar en consecuencias le dije que sí, lo siguiente que me dijo fue:

─ Necesito te concentres, cierres tus ojos y tomes el tiempo necesario para recomponerte, ya que puedes sentir mareos en el primer viaje, tu cuerpo astral viajará a mi constelación, así como el mío ha viajado al tuyo, mientras eso sucede yo ocuparé tu cuerpo, no temas, no pretendo quedarme con tu cuerpo, no podría estar aquí por mucho.

Y como si diera un salto de fe seguí sus instrucciones al pie de la letra.

Fue una sensación completamente extraña, ya que no me desligué por completo de mi cuerpo, podía sentir todo lo que Fer hacía mientras que una sensación de unidad y plenitud me invadía al estar en medio del universo.

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Fer comía hasta saciarse, nuestros alimentos le parecieron exquisitos, frutas, postres, bebidas, por otro lado se dio cuenta de cómo eran los seres humanos, acumular conocimiento para no aplicarlo, decir cosas sin sentirlas y decir cosas sin sentido también, no entendía porque nos estancábamos en situaciones esperando que las personas cambien según nuestro interés, dejábamos nuestra felicidad en manos de otros, otorgábamos más poder a otros en vez de potenciarlo desde nuestro interior.

Cómo pueden imaginarse, desde aquel día, Fer y yo empezamos una hermosa amistad, podría decirse que es como esas relaciones que surgen por un intercambio cultural, pero que al volver cada quien a su lugar de destino se queda con mucho conocimiento y con un pedacito de la otra.

Ya no tengo que visitar aquel banquito viejo donde el cielo estrellado servía de telón para encontrarme con ella, ahora simplemente cierro mis ojos, me concentro y pienso en ella cuando siento la necesidad de perderme por unos momentos de mi planeta para sentir el vacío profundo del inmenso todo.

Fin

Invito a los amigos: @super-s, @samuelsteemit y @ricardomonterrey a unirse a esta actividad, si están interesados en saber las bases del concurso, hagan clic aquí