Un miércoles totalmente diferente, cumpliendo con mis responsabilidades como docente, pero también celebrando la vida de varíos seres especiales; rompiendo la rutina y disfrutando a pesar de los racionamientos eléctricos.
Una fiesta con temática colorida, reuniendonos para celebrar los 18 años de Mónica, para mi era importante asistir porqu por motivos de salud no asisti a sus quince años, además que la piscina era a pocos metros de mi casa.
¡Sonó la terrible alarma!, pensé en extenderla por diez minutos más, pero no podía darme ese lujo, agradeci a Dios por un nuevo día y me sacudí la flojera.
Camine por cinco minutos para llegar a la escuela, ¡la ventaja de vivir cerca!, primero pase por la escuela basica para agarrar dos números para las inscripciones, uno oara mi comadre y otro oara una amiga, les escribi para que contarán con su puesto, porque solo entregan 25 cupos.
Era el tercer dia de la formación docente, antes de unirnos a la vídeo conferencia se discutió sobre los cuardenillos de los énfasis curriculares, a las nueve comenzó la participación de los ponentes de la temática del día.
Mi esposo paso por mi después de las diez, por el beneficio de lactancia materna, mi bebé al verme subir al carro se emocionó y de una vez pidio lo cargara para exigir lo suyo.
En casa me dedique a mi pequeño porque el mayor estaba con mis suegros, pero Ronniel se quedó rendido, organice un poco la casa y la ropa de cada una para la piscinada.
Resolvi con pasta para almorzar, aunque Ronny no quería regresarse aún, debía hacerlo para comer caliente y junto a nosotros, también para descansar.
Me quede dormida, cuando escuchar el teléfono repicar, era una amiga que quedó de avisar la hora para decorar.
Llegamos a la piscina armadas con todo para comenzar a decorar, ella se encargó del fondo con los papel crepe y de mi parte fue ir llenando los globos, luchando con el viento.
Montamos el arco para ver donde irian los demás globos, llené el de feliz cumpleaños para ubicar el espacio donde iría, el resultado final nos gusto, pero el número con la edad de la cumpleañera no tanto.
Ya eran casi las seis de la tarde, mi hijo mayor ya estaba listo, bañe al pequeño y su papá lo vistió, mi comadre aviso que ya habían llegado para que dar la bienvenida a los invitados.
No habían llegado muchas personas, pero la cumpleañera comenzó con la sesión de fotos, cada familia iban llegando vestidos de un color que les fue asignado, posando y sonriendo a la cámara.
Algo imprevisto fue la ida de la electricidad, en el sector es muy raro cuando se va, pero justo se antojaron de dejarnos a oscuras, mi esposo busco nuestros bombillos recargables y se alumbraron dos partes.
Pero ni estar a oscuras, ni los zancudos detuvieron la fiesta, mi bebé estaba feliz bailando y caminando por todos los alrededores, me tenía de aqui lara allá; Ronny junto a otros niños no se salia de la piscina pequeña.
Las horas transcurría y la luna nos hacía compañía, entre bebidas y pasapalos fuimos sobrellevando la falta de electricidad.
Después de cuatro horas reestablecieron el servicio, conectaron el otro sonido y a seguir bailando, ya mi pequeño estaba rendido en su coche; los demás niños seguían metidos en la piscina.
Aunque al día siguiente debía trabajar, no salía de la pista de baile; pero a las once y media nos acercamos hasta la zona decorada para cantar el feliz cumpleaños.
El alquiler de la piscina era hasta la una de la mañana, querían negociar y alquilar por más tiempo pero menos mal no pagaron más; ayude a mi comadre a repartir la torta para seguir disfrutando de la música junto a mi esposo.
Hola amiga, que rico salir de la rutina y más con una fiesta que por lo que se ve estuvo buenísima, ni la luz ni los zancudos pudieron con ustedes, de verdad que rico. Y feliz 18 para Mónica. Ese príncipe es todo un bailarín, Dios lo bendiga como está creciendo.
Saludos mi bella.
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