Querido diario:

Te cuento que hoy, como suelo hacerlo, me levanté muy temprano y miré por la ventana de mi cuarto que da al jardín y pude ver que ya estaba amaneciendo, lo que me motivó a orar en la mañana, pues la situación política y económica de mi país, Venezuela, amerita que hagamos mucho clamor y le pidamos a Dios que nos ayude a salir de este atolladero en el que nos encontramos.

Al finalizar mi tiempo de oración, me coloqué mis lentes para hacer mi lectura bíblica y poder observar fácilmente las letras y así entender el capítulo que me corresponde leer en el libro de los Salmos.

El sentido de la vista, por lo general, es el que utilizo en la mayoría de las actividades que realizo en casa y fuera de ella. En este sentido, siempre que leo la Biblia amerito colocarme mis lentes para hacer una buena lectura.

Luego de terminar mi lectura bíblica, fui a dar un breve recorrido por el jardín, ya que me gusta observar las plantas que tengo sembradas y así saber cómo mantenerlas.

Después, fui al patio de mi casa, donde está la jaula de los loros, ya que le hago mantenimiento diario a la jaula y al patio, porque estos animalitos hacen mucho desorden y dejan todo hecho un desastre.

Con mi sentido de la vista, puedo observar hasta el más mínimo detalle que amerite limpieza en la jaula de los loros y así, observo toda el área del patio que amerita mayor mantenimiento.