Septiembre en fotos🍁

Portada elaborada con Canva App

Septiembre, fue un mes de altos muy altos y bajos muy bajos, empezamos el mes súper bien, la gata de mi suegra "Lili" parió unos bellos chiquilines, de los cuáles me quedé con uno que decidimos mi pareja y yo, llamarlo Willfredo, porque él quería ponerle un nombre de persona y yo accedí.

Después de eso, a mediados de mes, de tanto ahorrar, pasar tristeza y bajones, nos mudamos por fin, a un bello anexo dónde empezamos nuestra vida de pareja, con nuestro espacio y privacidad, fué algo sumamente hermoso. Es una experiencia que vivimos a diario donde fomentamos la convivencia, el respeto y vamos cultivando el amor a diario, en toda pareja hay altibajos pero Gracias a Dios entre nosotros la comunicación y la tolerancia siempre está presente.

No faltaron las salidas para festejar, al estilo más juvenil y adulto que existe, tomar café, algo que marca un antes y un después desde que nos conocimos, ya que nuestra primera cita fué en un cafetín antes de siquiera pensar en ser novios o pareja que conviven bajo un mismo techo, fué en Bracamonte, tomando un doppio y expresso, hablando de bandas, y temas que ambos admirábamos mientras esperábamos a una amiga en común que se inscribía en la universidad.

Y así fué como empezó nuestra historia de amor, y ahora vivimos juntitos y felices.

Septiembre, también trajo consigo una gran responsabilidad seguida de un trago muy amargo, otra gata trajo al mundo un pequeñín que me robó el corazón y que vino de una forma muy inesperada, un día que fuí a lavar a casa de mi suegra, y nació él, mi pequeño Taiyō, aún en su bolsita, luchaba por vivir, le dí los cuidados que necesitaba pero a falta de su leche materna sus defensas fueron nulas y murió sin siquiera poder abrir sus ojitos, lloré su pérdida porque me encariñé y sentí que todo mi esfuerzo y trasnochos por mantenerlo con vida fueron en vano, pero sé que ahora está en un lugar mejor dónde no sufre.

Y bueno, como todos los meses, finalizo comiendo, porque "pancita llena, corazón contento", después de una super compra para mi hogar, estuve cansada y decidimos salir a comer algo rico y terminamos saciados después de probar el famoso "Patacón" de Chiquinquirá, ubicado en Cantarrana, Cumaná. Una experiencia única entre amigos y mi pareja.

Septiembre, fué como dije, dulce-amargo, dejó risas, dolor y enseñanzas que valoro mucho, y espero que Octubre, traiga también las pilas puestas con muchas cosas que ofrecer porque aquí estoy firme esperándole con los brazos abiertos.

Fotografía: Poco X3 Pro
Edición: Canva App y PicsArt App
Traducción: DeepL App