Las cosas de la vida, las cosas del saber.
La electricidad se ha vuelto algo imprescindible, ya que mucha de la comodidad e incluso las finanzas pasan por electrones. En la búsqueda de nuevas energías, investigué sobre la anguila, que genera entre 600 y 800 voltios, pero 1 amperio, es decir, te da un golpe eléctrico que puede hasta detener el corazón y pasar a ser un fiambre recalentado.
Lo que hace la anguila para regenerar su energía es un misterio; en vez de ser un acumulador, usa la misma combinación que un auto eléctrico: muchas baterías pequeñas. Pero como se recarga sola, sería aprender a generar electricidad en todo lugar, aunque eso está lejos.
Lo que sí hay hoy es la bioluminiscencia.
Hay varios puntos. El primero:
Se puede cargar un celular con una planta; se ponen cátodo y ánodo, una chapa de zinc y un poco de cobre entre las raíces, y así se genera electricidad de la plantita.
Después, punto 2: un procedimiento parecido para encender luces.
Y punto 3:
Hay plantas que generan luz. Ahora, se han aislado los componentes y se han transplantado a otras plantas. Así que dentro del hogar puedes tener una planta que además de iluminar el ambiente, cargue el teléfono. Esto es amigable con el medio ambiente, y además, con los líos en los precios y los cortes en distintos lugares, tener electricidad autosustentable sería algo fabuloso. Si quieres, puedes hacerlo y así verás, por prueba y error, cómo funciona.
La naturaleza tiene todo; lo que tardamos en entender somos nosotros.
Todos estos avances, más que todo el de hacer árboles de luz, me daban un poco de miedo, ya que ese árbol podría tener un fin que no sabemos. Y tocar las plantas en su genética no ha resultado tan bien como se suponía.
Pero bueno, estas son mis reservas. Les quería traer este tema, ya que me parece de avanzada.
Saludos.
Los autores revelan que la bioluminiscencia de los hongos funciona particularmente bien en las plantas, pues su emisión de luz se centra en una molécula orgánica que también se necesita en las plantas para hacer las paredes celulares. Esta molécula, llamada ácido cafeico, produce luz a través de un ciclo metabólico que involucra cuatro enzimas. Dos enzimas convierten el ácido cafeico en un precursor luminiscente, que luego es oxidado por una tercera enzima para producir un fotón. La última enzima convierte la molécula oxidada nuevamente en ácido cafeico para comenzar el ciclo nuevamente. En las plantas, el ácido cafeico es un componente básico de la lignina, que ayuda a proporcionar resistencia mecánica a las paredes celulares y que es el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal.