¿Y después del James Webb, Que?

En 1982 los científicos dijeron necesitamos un gran telescopio en el espacio para no tener que depender de la noche y liberarnos de la atmósfera y su turbulencia para observar el espacio con Claridad.

Una década después el telescopio espacial Hubble estaba en órbita, en 1991 los científicos dijeron necesitamos un gran telescopio en el espacio, pero más grande que el Hubble para más resolución, pero que pueda ver en luz infrarroja para poder observar más atrás en el tiempo a los orígenes del universo.

Dos décadas más tarde el telescopio espacial James Webb era lanzado al espacio, lo que significa que ya deberíamos estar planeando el siguiente gran telescopio espacial como en este momento, si no queremos esperar más de dos décadas para tenerlo en órbita.

El telescopio espacial James web lanzado en Navidad del año pasado en sus primeros meses de operación se ha llevado todas nuestras pelucas, nos ha demostrado que no solo es un juguete caro, en realidad vale lo que costó, las imágenes que nos entrega son espectaculares y la cantidad de ciencia que está produciendo es increíble.

Pero con el telescopio espacial Hubble acercándose al final de su vida útil, ya se está pensando en su sucesor y el próximo telescopio espacial de luz visible tendrá que ser un enorme salto en capacidades y por supuesto en tamaño, porque si en algún lugar es cierta la expresión del “el tamaño sí importa” es precisamente hablando de telescopios.

Los telescopios son literalmente “cubetas” de luz, así como una cubeta puede captar gotas de lluvia, un telescopio hace precisamente lo mismo, pero con fotones o sea luz y mientras más grande sea la “cubeta”, en este caso el telescopio más luz recolectará, que se puede traducir en nitidez y claridad de imagen, en especial en objetos que son demasiado tenues como nebulosas o galaxias muy lejanas.

Mientras más grande es el espejo de un telescopio mejor, un telescopio comercial que tiene un espejo de 20 cm de diámetro obtiene imágenes muy buenas, pero aún si su óptica fuera perfecta, que no lo es, hay un límite físico a la cantidad de detalle o resolución que puede mostrar, si quieres más resolución vas a necesitar un telescopio más grande.

Hay que tener en cuenta que el equipo con el que funciona el Hubble tiene décadas, su cámara más nueva fue instalada durante su cuarta y última misión de servicio en 2009, solo recuerda las fotos que tomabas con tu teléfono del 2009.

Un nuevo telescopio de luz visible con tecnología actual sería increíblemente más capaz que el Hubble, en especial si su “cubeta” de luz es más grande, cuando se lanzó el Hubble el tamaño de su espejo estaba limitado por el vehículo que lo puso en órbita, el transbordador espacial.

Cualquier cosa más grande que la Bahía de carga del transbordador no podía ser llevada a la órbita, por eso durante el desarrollo del telescopio espacial James webb la manera que nos permitiría meter un telescopio enorme en un cohete de 5.4 metros de diámetro, el secreto era hacerlo plegable.

El James webb no tiene un espejo monolítico como el hubble o sea una sola pieza de vidrio en lugar de eso tiene 18 segmentos hexagonales que le permiten doblarse en tres para caber en un cohete convencional, no fue fácil esta fue una de las razones por las que el James Webb tardó tanto en ser construido y puesto en órbita, se tuvieron que inventar tecnologías nuevas para su construcción, con todos los retrasos e incrementos en presupuesto que eso trae.

Lo bueno es que ahora sabemos cómo hacerlo y más importante sabemos que si funciona, así que podemos planear y construir un telescopio más grande y ambicioso en mucho menos tiempo.

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