Para empezar, hay algo fundamental que considerar: el cáncer no es una enfermedad nueva. Ha estado presente en la historia humana por miles de años, pero es verdad que en la actualidad se diagnostica con mayor frecuencia, pero ¿por qué?, hay varias razones detrás de esto.

Uno de los factores más obvios es que vivimos más tiempo que nuestros antepasados. Algo evidente, por ejemplo, para el siglo XIX el promedio de vida era de unos 40 años, pero en los últimos cien años, la expectativa de vida ha aumentado considerablemente gracias a los avances en medicina, en la higiene y el acceso a tratamientos médicos. Sin embargo, con una vida más larga, también viene una mayor exposición a factores de riesgo que contribuyen al desarrollo del cáncer, y esto se debe en parte a que nuestras células acumulan daños con el tiempo.

Así que, si bien es cierto que el aumento de la longevidad es algo bueno, trae sus particularidades consigo...

Las células de nuestro cuerpo están constantemente dividiéndose y renovándose (este es un proceso normal), y en este proceso a veces ocurren errores. Algunos de estos errores se corrigen naturalmente, pero otros quedan sin corregir, y con el tiempo, se pueden acumular hasta el punto de convertirse en una mutación que favorezca el desarrollo de un tumor maligno. Aunque el envejecimiento es un proceso natural, en la etapa moderna se le añaden otros elementos que aceleran o agravan este riesgo (punto este particularmente importante, ya lo profundizaremos).

Otro punto importante es el impacto del estilo de vida hoy en día. Vivimos en un mundo en el que estamos expuestos a una cantidad increíble de sustancias químicas y contaminantes que nuestros ancestros no enfrentaron. Desde pesticidas en los alimentos hasta contaminantes en el aire, muchos de estos elementos tienen compuestos que son carcinógenos, es decir, capaces de desencadenar el cáncer. Por ejemplo, ciertas sustancias, como el humo de los carros, el polvo fino de las ciudades, y ciertos químicos en productos de limpieza o de belleza, pueden aumentar el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer.

A estas sustancias dañinas se suma la alimentación actual, que es otra parte sumamente importante, y en lo partiular, considero que es la principal causa tanto del cáncer como de otras enfermedades. La dieta moderna, está cargada de alimentos ultraprocesados, grasas saturadas, azúcares y aditivos, que terminan por afectar al organismo de maneras que ni siquiera comprendemos del todo en la actualidad.

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Existen muchos estudios que han vinculado el consumo de carnes rojas y procesadas con el cáncer de colon, por ejemplo, así como el consumo excesivo de azúcar con procesos inflamatorios crónicos. Esta inflamación crónica genera un ambiente propicio para el desarrollo de células malignas en el cuerpo, pues afecta el sistema inmunológico y lo hace menos efectivo para combatir la aparición de células cancerígenas. Recientemente escribí un post al respecto: Inflamación Crónica: la epidemia silenciosa, por si les interesa saber más al respecto 😉

También hay otras condiciones que prefisponen en la actualidad al aumento de los diagnósticos de cáncer, las mencionaré a continuación:

• La obesidad, que se relaciona con estos hábitos alimenticios, también se reconoce como un factor de riesgo importante. Porque la grasa corporal en exceso produce hormonas y sustancias inflamatorias que pueden estimular el crecimiento de ciertos tipos de cáncer, como el de mama, el de colon y el de páncreas.

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• Otro aspecto que se suele pasar por alto es el estrés. Aunque el estrés en sí mismo no causa cáncer directamente, sí debilita el sistema inmunológico y contribuye a otros hábitos poco saludables, como fumar, el consumo de alcohol, y una alimentación descuidada.

Y adicionalmente, el estrés prolongado genera cambios hormonales que afectan el equilibrio interno de nuestro cuerpo, aunque muchos dicen que no hay una relación directa entre el estrés y el cáncer, cada vez vemos más indicios de que la vida agitada y llena de presiones que llevamos también tienen su efecto indirecto en el aumento en los casos de cáncer.

Obviamente, ambién debemos considerar los factores genéticos. La predisposición hereditaria al cáncer es un elemento importante que, aunque no ha cambiado mucho con el tiempo, ahora se entiende mucho mejor debido a los avances científicos, pero en lo particular no creo que sea lo más importante.

Entonces, si has llegado hasta aquí, estoy seguro que te podrás hacer una idea de cómo responder la pregunta: ¿por qué hay tanto cáncer hoy en día?, y sí, la respuesta es compleja y multifactorial, tal como se los he hecho ver. No digo tener todas las respuesta en esta publicación, pero si que reúno lo que, hasta ahora, se sabe que son los principales razones de esta enfermedad.

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