Era un domingo 23 de agosto del año 2015, en mis diás de estudiante de Ingeniería Ambiental de la Univerdidad de los Andes, donde tenía como objetivo, visitar el Museo del Oro, ubicado en la carrera 6 # 15-88 de la ciudad de Bogotá. De propiedad del Banco de la República, hace una exquisita exposición de productos culturales, derivados de ardúos trabajos de orfebrería, y trabajos artesanales como lo son la cerámica y la construcción tribales plasmados en telas que, permiten admirar las sorprendentes destrezas y creatividad de mis antepasados.
La exposión de oro en el cuerpo siempre ha brindado una imagen de pertenecer a la clase élite, y esto no ha cambiado a través de los tiempos. Anteriormente, los caciques inspirados por el astro sol, deseaban deslumbrar a sus seguridores con vestimentas doradas, representadas en pectorales, collares, brazaletes, tobilleras, aretes y de más prendas que dieran esa imagen radiante y confirmación de ser divino. Al no tener un dogma religioso, las culturas ancestrales colombianas, tenían una fuerte conexión con la madre naturaleza, a tal punto que, al momento de cazar un animal o pescar, el shaman de la tribu, mediante un ritual, pedía permiso al espiritú de la selva y/o del río. Gracias a estos actos espirituales, cada cultura tenía un equilibro dentro de su habitat.
Un símbolo emblemático del museo, es la balza dorada, y pertenece a la cultura Muisca, quienes se desplegaron a lo largo del altiplano cundiboyacense. La leyenda cuenta que el Cacique Guatavita, era tan rico que no quería usar objetos dorados en su cuerpo, en lugar de ello, prefería cubrir todo su cuerpo con polvo dorado, de la misma manera en que lo hacia el sol, que hace posible la vida. Luego de impregnar todo su cuerpo del precioso metal, la ceremonia continuaba con el cacique ya abordo de una balsa, dirigiéndose al centro de la Laguna Guatavita, dando origen a la leyenda del DORADO.
Otra creación en oro que cautivo mi atención fue el poporro, perteneciente a la cultura Quimbaya, que hacia presencia en el Cauca Medio (Antioquia, Manizales, Quindío, Risaralda y Cauca). La finalidad del Poporro era servir de recipiente, y a taravés de una pajilla (vara delgada) hecha de oro, llegar hasta el fondo de la vasija y extraer su contenido para ser masticado, lo que culturalmente se conoce como mambaer. El mambe, es el producto que contiene la vasija, y está compuesto de polvo de hoja de coca y cenizas de hojas de una variedad árboles, y cuya función dentro del conocimiemto nativo es un aprovechamiento de las propiedades de los ingredientes a nivel nutricional y reconocimiento social.
No podría pasar desapercibida la cultura Tolima, de la cual provienen mis raíces y me siento orgulloso de ser condescendiente. Conocidas como una de las tribus más guerreras de Colombia, ubicada sobre las coordillera central y oriental, los Tolima también son dignos exponentes del trabajo de orfebrería. En su mayoría, los trabajos realizados estaban encaminados a pectorales en oro como instrumento de guerra, que reafirman la hostilidad de su cultura. Cabe resaltar, que dentro de esta cultura, el oro no era considerado como único simbolo de grandeza, y son las cerámicas y objetos hechos de conchas encontradas en la tumba de un miembro de alto rango, los que ratifican esta afirmación.
La cultura Zenú se lleva el primer puesto dentro de mis espectativas que tenía de cada una de las culturas que hace exposición el Museo del Oro. Me resultó inimaginable como para 200 años antes de Cristo, los Zenúes diseñan y construyen un sistema hidráulico tan exitoso que por 1300 años lograron controlar inundaciones, y a su vez, permitió que la distribución del agua sirva de sistema de riego para cultivos. De igual manera, sus trabajos de alfarería y orfebrería eran muy ricos en oro, donde los animales de la zona como caimanes sirvieron de inspiración. Es lamentable el hecho de perder estos conocimienos ancestrales por los nuevos acentamientos, y ver como en la actualidad los canales hidráulicos fueron taponados por escombros que producen inundaciones en zonas pobladas.
Hola a todos los Steemians, para el día de hoy hago una grata invitación a visitar el Museo del Oro de la ciudad de Bogotá, y así retroalimentar esos conocimientos culturales que fueron necesarios en su tiempo, para la conformación de nuestra sociedad. Agradezco a cada miembro que se tome la molestia de revisar mis posters, y de alguna manera contribuir en mi aprendizaje. Calurosos saludos a todos.
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