¡El Día de las Madres son TODOS LOS DÍAS!

Comienzo ésta publicación con el subtítulo: ¡El Día de las Madres son TODOS LOS DÍAS! porque así debería de ser. Todos los días debemos celebrar la existencia de nuestra madre, ya que fue el ser que nos ha cuidado y protegido desde que estábamos en su vientre, la que guio nuestros primeros pasos, la que nos cuidó cuando estábamos enfermos y la que nos dejó volar cuando ya habían crecido nuestras alas. Y gracias a esa persona a la que llamas madre, que hasta incluso pudo haber sido tu tía, tu hermana mayor, tu abuela, hoy estamos aquí y somos lo que somos. Es por esto, que a diario merece que le brindemos ayuda, atención, amor y mucho cariño.

Sin embargo, su día especial también hay que celebrarlo al máximo, no importa si puede obsequiar detalles pequeños o grandes, lo importante es no dejarlo pasar. Por lo tanto, hoy quiero contarles como pasamos este día.

¡Hagan sentir a sus madres como unas Reinas!👠👑

Las madres de mi casa en su día.

Llegado el día, decidí despertarme temprano, para hacerle un desayuno especial a mi mamá, como no contaba con mucho presupuesto, revise que tenía en casa y con esos ingredientes, me puse manos a la obra. Como es de costumbre, en Venezuela desayunamos casi que a diario, arepa con algún acompañante, bien sea queso, jamón, carne mechada y para los más atrevidos una dominó, es decir, una arepa rellena con frijoles negros (caraotas) y queso rallado.

Como solo contaba con queso, tuve la idea de hacer las arepas con una forma diferente, en este caso se me ocurrió, hacerlas en forma de corazones. Como tenía masa preparada de arepas dulces, hice una mini arepa dulce y la otra más grande y amarilla es arepa con harina de maíz común, acompañada con queso rallado y una rica taza de café.

Un desayuno sencillo pero con mucho amor💛

Arepas con queso rallado. Les cuento que a mi mamá le encanto esta sorpresa, entonces resulto ser una buena idea.

Luego al medio día mi abuela nos invitó a un almuerzo familiar. A este almuerzo asistió mi tía, mi primo, mi hermano, mi mamá, mi abuelo, mi abuela y mi persona. Sin duda, la pasamos bastante bien y la comida estaba deliciosa.

El almuerzo era un hervido de costilla, papas horneadas, ensalada rusa, arroz blanco, guineo, costilla y jugo de mango (aprovechando la temporada de producción de esta fruta).

Luego del almuerzo, no podía faltar el postre, es por esta razón que mi hermano hizo unos deliciosos golfeados, un dulce de panadería venezolano, que verán a continuación.

Golfeado acompañado de un cuba libre.

Disfrutamos el día e hicimos que nuestras madres también lo disfrutaran. Aquí les muestro más fotos:

Mi tía de negro y mi madre de rojo.

Cuba Libre para refrescarse.

Bueno amigos lectores, gracias por haber llegado hasta aquí y leer mi historia, para mí fue un gusto contarla. Los invito a reflexionar y a valorar a esas mujeres, quienes tienen la dicha aún de conservarlas en vida, disfruten y compartan juntos. Saludos💛.

Todas las fotos fueron tomadas con mi dispositivo móvil: Samsung A20.📲