Algunas veces es bueno para nuestro bienestar salir un poco de la rutina a la que por comodidad nos acostumbramos a repetir día tras día, es por eso que desde el día de ayer estuvimos de visita hasta hoy, en la casa del padre de mi esposa, quien nos invitó a pasar un fin de semana diferente, y así poder respirar aire fresco ya que el vive en las afueras de la ciudad con su esposa y su hijo.

Llegamos el viernes en la tarde, y después de desempacar nuestras cosas, Mateo y su abuelo fueron a comprar panes tanto para la merienda como para la cena de esa noche. Luego merendamos unos panes de coco rellenos que venden cerca de donde él vive los cuales son muy sabrosos. Para la cena nos prepararon unos panes rellenos con carne mechada al estilo “pepito”.

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@manuelbrhankt | San Carlos, Cojedes

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Al día siguiente, por ser sábado, nos levantamos un poco tarde, y luego del aseo personal nos dispusimos a desayunar para continuar disfrutando de estas “microvacaciones” 😅. Mateo por su parte disfruto mucho de la estadía, y es que muy poco ha estado en compañía de su abuelo materno, por eso aprovechaba cada instante para compartir con él, entre las actividades que hicimos estuvieron, pasar un buen rato junto a una oveja que están criando, a la que le prestaba mucha atención porque no es común ver este tipo de animales en la ciudad. Jugaba de tomarle fotos con un viejo teléfono que le prestó una prima, diciéndole a la oveja que se quedara quieta para tomarle una foto.

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@manuelbrhankt | San Carlos, Cojedes

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Llegada la hora del almuerzo, nos preparamos para deleitarnos un sabroso pabellon criollo, un plato tipico de nuestro pais, pero con un ligero cambio ya que normalmente el arroz que se sirve en este plato es blanco, y esta vez lo prepararon con un poquito de curcuma lo que le da ese aspecto de color amarillo, el cual estuvo acompañado de carne mechada, caraotas y tajadas fritas de platano. De bebida prepararon jugo de lechosa, porque ya habíamos tomado de mango y se decidió variar un poco. Para poder disfrutar del almuerzo, alargamos un poco la hora de comer, esperando al abuelo de Mateo quien había salido desde la mañana y quisimos darle tiempo de que llegara y almorzara con nosotros también.

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@manuelbrhankt | San Carlos, Cojedes

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La tarde transcurrió tranquila, entre las ocurrencias de Mateo con su abuelo y largas conversaciones sobre relatos y experiencias de la vida. Allí en esa localidad llamada Mango Redondo, vive la familia paterna de mi esposa, es un ambiente agradable, ya que tiene muchas características de una zona rural y agrícola, por eso no es extraño encontrar vecinos que en sus casas tengan animales como gallinas, ovejas, chivos, cochinos, entre otros. En el ambiente predomina el aire limpio que solo se puede respirar en el campo, y es que al estar alejado de la ciudad, te permite ese contacto con la naturaleza que ayuda mucho a despojarse de toda esa carga de estrés que genera vivir en la ciudad.

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@manuelbrhankt | San Carlos, Cojedes

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Para la merienda de la tarde volvieron a aparecer los panes de coco rellenos, que acompañados de una taza de café con leche son una combinación excelente por la mezcla de sabor dulce del coco y amargo del café, ya que este no tenía azúcar. Más tarde, fuimos a la casa de una tía y primas de mi esposa, para visitarlas y aprovechar de despedirnos antes de que llegara la hora de la cena.

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@manuelbrhankt | San Carlos, Cojedes

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Para finalizar nuestra estadía, cenamos unas arepas rellenas con una tortilla de huevos revueltos aliñados y jugo de mango, luego nos ocupamos en recoger y acomodar las cosas que trajimos para hacer de nuevo nuestro equipaje y así retornar a casa para descansar del día.

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Todas las imágenes son propias, tomadas con mi teléfono Tecno Spark Go 2023 y editadas en Canva.

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