Había una vez, en un bosque lleno de árboles altos y flores coloridas, un osito llamado Oso. Oso era conocido por su amor a los dulces y, sobre todo, a los helados.

Un día, mientras exploraba el bosque, Oso encontró un heladero mágico que ofrecía helados gratuitos a cambio de una sonrisa. Oso no podía creer su suerte.

Pidió un helado de chocolate con nueces y, al tomar el primer bocado, se convirtió en un pollo. ¡Sí, un pollo!

Oso-pollo comenzó a cacarear y a bailar, haciendo reír a todos los animales del bosque.

El heladero mágico apareció y dijo: "La magia del helado solo funciona si compartes con tus amigos."

Oso-pollo compartió su helado con un conejo hambriento y, al instante, recuperó su forma de osito.

Desde ese día, Oso aprendió que compartir es cuidar y que la verdadera magia está en la amistad.

Fin