Cobra Kai Temporada 3: La importancia de ir más allá de la nostalgia.

En las últimas décadas ha sido tendencia apelar a la nostalgia y revivir franquicias. La continuación o remakes de Star wars, Indiana Jones, los remake de Sabrina, Thundercats, Salvado por la campana, Dragón Ball, etc, etc, etc. Son un ejemplo de como la industria capitaliza la nostalgia sobre unos supuestos “tiempos más simples” o “tiempos mejores”.

Esto no es nuevo, Woody Allen nos plantea de manera maravillosa en Media noche en París como los hombres, atrapados por la nostalgia, dejan de vivir el presente por el deseo romántico de vivir un tiempo pasado. El detalle es que la tendencia es pronunciada al punto de ser ridiculizada por South Park con los memberberrys.

Cobra Kai no es a excepción, esta serie nos invita a conocer las vidas de Daniel Larusso y Jhonny Lawrence 35 años después de la primera película de Karate Kid. La serie utiliza la música de los años 80 y hace referencia a esta serie de películas apelando a los elementos nostálgicos del expectador.

Está tercera temporada marca un quiebre importante, porque si bien se emplea la nostalgia como un medio, el fin narrativo busca precisamente romper con esta tendencia, es nostalgia bien empleada. En la tercera temporada ambos protagonistas tienen un encuentro con su pasado. En el caso de Larusso un viaje como aprendiz a Okinawa en búsqueda del legado de Miyagui, en este viaje se encuentra a Kumiko, su novia en Karate Kid 2; con quien se pone al día y le entrega una carta de miyagui. Por otra parte se encuentra con Toshio, rival con quien lucho a muerte hace 35 años, quién le sirve de mentor en su viaje.

Daniel San aprende que quién fue su enemigo, ahora puede ser su aliado; la gente puede cambiar… incluso Jhonny Lawrence. Y más importante aún que Miyagui no le ha enseñado todo, aún tiene mucho que aprender, lo que lo hace cambiar de una actitud soberbia de quien se cree moralmente superior a una actitud más humilde. Aprende que está bien mirar atrás pero ahora es su turno de mirar adelante.

En la carta de Miyagui, Daniel descubre que a pesar de parecer saberlo todo, el señor Miyagui también se sintió perdido y que su relación con él fue lo que lo re direcciono en la vida, dándole propósito y una nueva familia. El mayor aprendizaje, la vida no es sobre señales místicas, son las personas y nuestras relaciones en donde encontramos propósito.

Por su parte Jhonny viene de dos temporadas donde se da cuenta del impacto negativo que ha tenido en su vida las enseñanzas de su sensei John Kreese, nuevo antagonista de la serie; lo que lo lleva en un viaje de redención.
En esta temporada toma los elementos que considera apropiados para su vida y desecha aquellos que no le funcionan, clara señal de madurez; dándole importancia al honor. Del hueco en donde empieza Jhonny busca enmendar sus errores, siendo responsable de sus actos y las consecuencias que han tenido en la vida de su hijo como en la de Miguel; a quien ayuda en su recuperación.

Los guionistas logran así un paralelismo entre el mismo Miyagui y el nuevo Jhonny Lawrence. Miyagui cuando conoce a Daniel san era un alcohólico que había renunciado al karate por causar un accidente de tránsito por conducir ebrio en donde muere su hijo y su esposa. Miyagui encuentra sentido siendo un padre sustituto para Daniel, recuperando sus vínculos con la vida. En el caso de Jhonny un alcohólico que ha renunciado al Karate pero que ahora encuentra sentido en su vida al ser un padre sustituto para Miguel.

Por último este personaje también tiene su viaje al pasado cuando se reencuentra con Ali, su antigua ex novia del colegio; donde comparte junto a Daniel y ella y se dan cuenta que son similares, dos caras de una misma moneda. De este reencuentro Jhonny decide dejar ir a Alice y quedar con una relación que lo hace feliz. De nuevo los creadores nos dan a entender que está bien volver al pasado siempre y cuando no abandonemos todo lo bueno de nuestro presente.

Ambos personajes cambian, dejan de ser los adolescentes enemistados para convertirse en verdaderos Senseis dejando a un lado sus diferencias por el bien de sus estudiantes, dos nuevos hombres que han abandonado la sombra de sus maestros y que como miembros de una nueva generación le van a hacer frente a Kresse (quien representa el pasado). Una clara metáfora donde hay que crecer, madurar, visitar nuestro pasado para poder aceptar y ser responsables de nuestro presente para poder vencer la mala influencia que queda de nuestro pasado, de las viejas formas y así poder transcender la nostalgia.