The Diary Game (10-07-2024) Problemas con mis nuevos lentes y compras con mi madre

¡Hola steemians!, Me desperté a las 8:00 AM con un pequeño malestar en mi ojo izquierdo, pero como estoy en periodo de adaptación de mis nuevos lentes, no le preste mucha atención. Desayune un pan con café porque no tenía mucha hambre y luego me acosté a leer una novela, ya que seguía sintiéndome mal del ojo y eso no me dejaba concentrarme en nada.

A las 11 AM el dolor se volvió bastante fuerte, tanto que terminé quitándome los lentes y eso me calmo el dolor. Al pasar el rato me asusté mucho porque esos lentes los comencé a utilizar 8 de este mes, solo llevaba dos días con ellos y pensé que tal vez se habían equivocado con la fórmula o algo por el estilo. Cabe resaltar que esos lentes costaron 180 Dólares, el precio se debe a que tengo fotosensibilidad y astigmatismo, me asustaba que se hubiesen equivocado y luego no quisieran arreglarlo.

Le pedí a mi madre que me acompañara a la óptica para que revisaran los lentes y me viera el oftalmólogo, al llegar, me atendieron bastante bien, revisaron si los cristales estaban bien y efectivamente lo estaba, eso me asusto más porque yo aún sentía dolor en el ojo. Como la que me atendió no encontró nada raro, me envió con el oftalmólogo, él me reconoció (fue el que me realizó la consulta y creo la fórmula de mis lentes) e inmediatamente comenzó a preguntarme que era lo que sentía, yo le explique todo. Él dijo que no debería tener problemas con ese ojo, ya que ese cristal no tenía aumento, después me pidió que esperara para realizarme una revisión.

Resulta que solo tenía irritación y el dolor se debía a que soy propensa a sufrir de migraña, o al menos eso entendí. Me recetó lágrimas artificiales y eso fue todo, me sentía muy feliz, solo era irritación.

Cuando salimos, con mis lentes puestos, mi madre me pidió que la acompañara a comprar unos zapatos. Entramos al lugar y estuvimos un rato escogiendo los adecuados para ella. A mí me gustaban unos simples, pero a ella le gustaban los que tenían brillos por todos lados, eran bonitos, aunque no me los pondría, demasiado brillo para mi gusto.

Después de probarse muchos zapatos, que a mí me parecieron todos casi iguales, decidió comprar los mismos que eligió al principio. Yo terminé con los zapatos que a ella no le gustaron.

Cuando salimos fuimos a comprar las dichosas lágrimas artificiales, que costaron poco más de 7 Dólares. El resto de la salida se fue comprando comida y algunos dulces.

Llegamos a casa y fui directa a colocarme las lágrimas artificiales, yo soy de las que le tiembla el ojo horriblemente cuando se va a echar alguna medicina, por lo que no me cayó donde era a la primera. Luego de luchar un rato con el temblor y mi mala puntería, pude echarme las lágrimas artificiales correctamente.