Allí compartieron mi hija con sus primas y mis nietas con mis sobrinietos, que emoción recordar junto a mi hermana mayor tantas anécdotas de niñas y mis travesuras infantiles.
Compartimos y disfrutamos tumbando aguacates mis pequeños sobrinos y yo, fue cómo volver a ser una niña trepando árboles como dice mi hermana Rosa.

Luego almorzamos juntas como hacía mucho que no teníamos la oportunidad de hacerlo. De hecho mi hija que está fuera del país compartió por medio de videollamada con sus primas y tía.

Luego de charlar nos tocó resguardarnos porque en Maracay calló un torrencial aguacero. A las 4:10 nos hicieron el favor de llevarnos al sitio donde mi compadre nos recogería nuevamente para regresar a casa, con un tremendo cargamento de aguacates que yo misma tumbé jaja.

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Ya en casa y luego de descansar, entrada la noche hice la cena ligerita puesto que regresamos algo agotadas, pero felices.
Y ahora me dispongo a dormir temprano ya que mañana con el favor de Dios debo asistir a trabajar... Gracias Padre Eterno por tan maravilloso día y a ustedes por leer mis publicaciones, Dios los bendiga a todos

Gracias por su visita y apoyo!

IMPORTANTE⚠ A pesar de no tener teléfono celular me esfuerzo para compartirles mi diario, sé que las recompensas y el apoyo de todos pronto me permitirán adquirir un nuevo equipo.

¡BENDICIONES!

Feliz Y Bendecida Noche!