Tomar cafe con amigos 07-01-2025

Hoy fue un día bastante ajetreado, pero significativo. Me asignaron la tarea de brindar información sobre pasantías a los estudiantes de duodécimo grado en la escuela. Como maestra de aula de TKJ de duodécimo grado, me sentí responsable de asegurarme de que estuvieran listos para enfrentar el mundo del trabajo y la industria.

Temprano en la mañana, había preparado materiales de presentación. Comencé presentando la importancia de una actitud profesional, la responsabilidad y la ética laboral durante la pasantía. Algunos estudiantes se veían entusiasmados, mientras que otros se veían nerviosos. Intenté aligerar el ambiente compartiendo mis experiencias personales cuando estaba haciendo una pasantía.

Después de eso, expliqué cuestiones técnicas, como cómo hacer un informe, mantener la comunicación con el supervisor en el lugar de la pasantía y cómo lidiar con los problemas que pudieran surgir. La sesión de preguntas y respuestas fue bastante interesante. Algunos preguntaron cómo lidiar con un jefe difícil, mientras que otros tenían curiosidad sobre las oportunidades laborales después de la pasantía.

Al final de la sesión, les di una motivación: “Recuerden que la pasantía no es solo para cumplir con las obligaciones escolares, sino también una oportunidad para aprender y construir experiencias valiosas. Ustedes son la generación que construirá el futuro. ¡No tengan miedo de probar cosas nuevas!”.

Hoy me siento orgullosa de ser maestra.

Después de terminar de dar clases y brindar información sobre la pasantía en la escuela, me fui a casa con una sensación de alivio. Sin embargo, mi cuerpo se sentía un poco cansado después de estar de pie y hablar frente a los estudiantes todo el día. Esa tarde, decidí refrescar mi mente tomando café con mis amigos en mi cafetería favorita.

Como siempre, el ambiente en la cafetería era cálido y agradable. Nuestra mesa estaba llena de charlas ligeras, desde historias de trabajo hasta planes de vacaciones incumplidos. Uno de mis amigos incluso bromeó sobre su divertida experiencia cuando estaba haciendo una pasantía, lo que nos hizo reír a carcajadas.

Una taza de café negro caliente en mi mano era el complemento perfecto. El sabor amargo se sentía relajante después de un largo día. Esta charla informal me hizo darme cuenta de lo importante que es tomarse el tiempo para disfrutar de momentos sencillos con mis amigos.

Al anochecer, comenzamos a volver a casa. El cielo de la tarde se veía hermoso con un color naranja dorado, como si terminara el día con una atmósfera pacífica. Regresé a casa con el corazón ligero, listo para el día siguiente, que podría ser más ajetreado.

Hoy me siento agradecido. No solo porque puedo compartir conocimientos con los estudiantes, sino también porque tengo amigos que siempre están listos para acompañarme en cada paso de mi viaje de vida.