@vivigibelis nos invita a narrar historias a partir de dos motivadoras imágenes. Yo escogí a la mujer con el arco y la flecha:

Hundió sus pies en el cauce de aguas cristalinas de Pozo Hondo. Su papá se adentró en la selva como un gnomo. Su figura parecía desaparecer entre las sombras de los gigantes árboles.

Ella lo esperó como siempre. Pero comenzó a caer la noche y el viejo John no aparecía. El miedo se le instaló en el pecho y en la mente. No podía seguir allí. Su cuerpo estaba repleto de chinches y de picaduras de plagas.

Como quien huye de una escena de terror. En el trayecto sentía que la espiaban. Le pareció escuchar pasos tras los suyos. Luego unas voces de lamento inundaron el espacio.

Se persignó varias veces, con desespero, con fe. Solo sintió calma cuando estuvo en casa, se bañó con agua tibia, encendió la estufa y se sentó a esperar a su papá. El sueño la venció.

Con los primeros rayos del sol, tomó su arco y su saco de flechas. Nunca se había sumergido en la selva. Su padre se lo tenía prohibido. No había dado unos quince pasos, cuando lo vio, con sus colores amarillos y negros, mirada fiera y garras afiladas. El pulso le tembló. No hallaba la forma de armar su flecha y su arco, pero logró hacerlo, y fue allí cuando el jaguar se movió para acecharla.

La lanza paró en el pecho del animal. Cuando lo vio inmóvil dio pasos cortos hacia él y en su mirada reconoció a su papá, delirante y víctima de sus ancestrales fantasmas.

Invito a mis amigos @charjaim, @genomil y @rosita1. Aquí la información

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